La fibrilación auricular es la arritmia más común en Uruguay en las personas mayores de 60 años y un estudio, que tuvo una versión piloto, permite ahora cambiar la visión acerca del uso de los dispositivos electrónicos para su detección.
La investigación abarcó a 474 personas mayores de 65 años, beneficiarias del Plan Ibirapitá de Plan Ceibal y tuvo un alcance en 17 departamentos del país, utilizándose un dispositivo basado en la tecnología de electrocardiografía en el que quedó expuesta la relevancia de los dispositivos móviles de tecnología electrónica para el tamizaje de la fibrilación auricular.
El dispositivo utilizado, aprobado por la FDA para uso individual y médico, registró la actividad cardíaca durante 30 segundos y devolvió tres posibles diagnósticos: normal, con fibrilación auricular y sin clasificar. A cada persona se le realizó un electrocardiograma y en forma casi simultánea se hizo el registro con el dispositivo. Cada resultado del electrocardiograma fue revisado por dos cardiólogos de forma ciega y cada uno de los trazados que devolvió el dispositivo tuvo asignaciones diagnósticas con los mismos cardiólogos de forma ciega.
De las 474 personas que participaron del estudio, 21 fueron diagnosticadas con fibrilación auricular (4,4%) y solamente cinco (23,8%) conocían que padecían este tipo de arritmia. Los casos que el dispositivo definió como “sin clasificar” fueron diagnosticados por los dos cardiólogos de forma ciega.
“Estos dispositivos de detección a distancia son una oportunidad para hacer un plan nacional de detección de fibrilación auricular, para lograr equidad e inclusión en el diagnóstico, hacer prevención de enfermedades cardiovasculares y promover la salud”, dijo Virginia Estragó, cardióloga que lideró el estudio, remarcando que estos estudios “son la puerta para que de la mano de especialistas en tecnología podamos crear algoritmos con datos nacionales para aumentar la sensibilidad y especificidad para la detección de la fibrilación auricular”.
La fibrilación auricular es un trastorno del ritmo cardíaco que aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones coronarias. Se trata de la arritmia más común en adultos y representa un significativo problema de salud pública debido a su alta prevalencia y a las graves complicaciones que puede causar. El diagnóstico temprano de la fibrilación auricular evitaría estas enfermedades y episodios complejos de salud, como los ACV, que lo sufren unos 5.000 uruguayos por año y de los cuales alrededor de un tercio fallece al año de haberlo padecido, mientras que otro tercio queda con secuelas.
En Uruguay la información acerca de esta arritmia no es mucha: se cuentan con datos de un único estudio realizado hace más de 20 años, el cual planteaba una prevalencia de fibrilación auricular de entre 2% y 3% a nivel de la población adulta.
Es clave contar con nuevas herramientas que permitan diagnosticar y estandarizar los datos de manera que sea fácil acceder a ellos y realizar un diagnóstico nacional de la fibrilación auricular.
“Las nuevas tecnologías facilitan el acceso al diagnóstico de esta arritmia superando barreras de tiempo y distancia, lo que posibilita abarcar a una mayor cantidad de personas sin la necesidad de que se trasladen a un centro de salud para hacerse un electrocardiograma. Es la oportunidad para llegar a un gran número de personas en riesgo para detectar una patología relevante frente a la cual, una vez confirmado el diagnóstico, existen herramientas terapéuticas efectivas que pueden cambiar la calidad y cantidad de vida de las personas”, remarcó la doctora Estragó.