Que Uruguay recibirá por segunda vez la gran final de la Copa Sudamericana no es noticia. Sin embargo, a poco más de un mes de que se juegue (el 28 de octubre), la Conmebol sorprendió anunciando que el evento internacional no se llevaría a cabo en Montevideo, sino en Maldonado. Concretamente, en el estadio municipal Domingo Burgueño Miguel.
Las razones que llevaron a esta decisión responden, básicamente, a no repetir errores de ediciones anteriores: tanto las finales del 2021 como la del 2022 no tuvieron el marco de público esperado y los escenarios quedaron grandes, algo muy poco vistoso para la televisión y el espectáculo todo. Sin embargo, se espera que para la edición 2023, en la que ya están definidos los cuatro posibles finalistas (Corinthians y Fortaleza, de Brasil; Defensa y Justicia, de Argentina; Liga de Quito, de Ecuador), la postal sea diferente.
El estadio de Maldonado tiene capacidad para 25.000 espectadores y en los últimos años ha sido preparado para recibir eventos de esa envergadura. Así, en el año 2022 el gobierno municipal junto a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) invirtieron US$ 450.000 en luminaria que se adapte a los requerimientos de FIFA. Y esa es solo una de las mejoras que transforman al estadio en un digno anfitrión. Sin embargo, a la hora de contar billetes la pregunta es ¿Qué final dejará más dinero en Uruguay?
InfoNegocios conversó con Martín Laventure, Director de Turismo de Maldonado, quien dijo: “En lo que tiene que ver con la difusión y la transmisión televisiva que ven millones de personas, el beneficio es independiente de quiénes sean los finalistas. En lo que tiene que ver con la gente que venga, creo que lo ideal sería una final Corinthians - Liga de Quito. Primero, por lo que representan los equipos y, segundo, porque los hinchas que vengan de Ecuador no pueden irse en el día, como sí puede pasar con los de Argentina. También es un público no habitual en nuestro país, entonces es una buena oportunidad”.
Con respecto a la cantidad de público que pueda ingresar al país para ver la final, comentó que desde Brasil “se puede esperar mucha gente; en el caso de los ecuatorianos tenemos algunas dificultades de conectividad y hay que ver qué pasa con los vuelos chárter, porque cuando se jugó en Montevideo hubo muchos (tanto para Sudamericana como para Libertadores). Tenemos expectativas con lo que pueda pasar pero creemos que en cualquier caso va a haber una muy buena intención de acercarse a ver la final. Además, tiene el atractivo extra de que sea en Punta del Este y sería bueno que [los hinchas] se quedaran algunos días más”.