En noviembre de 2022, la Fórmula 1 anunció la creación de F1 Academy, una serie de carreras para mujeres cuyo objetivo es centrarse en el desarrollo y la preparación de jóvenes pilotos para progresar a niveles más altos de competencia. Este es el primer año de la competencia y el objetivo es que en cuatro años al menos una de las pilotos de F1 Academy esté corriendo en la máxima categoría. Maite Cáceres, una uruguaya de 20 años que estudia Ingeniería química, está en carrera para lograrlo.
Heredó el gusto por los autos y las carreras de su familia, en especial de su papá y su hermano, a quienes acompañaba desde niña a la pista. Con 15 años decidió que quería hacer del automovilismo una de sus prioridades y con 16 años recibió el empuje que necesitaba: “Fuimos invitados a una carrera de Fernando Alonso en Miami y él me dijo que si de verdad quería correr, que luchara por eso y que trabajara duro para lograrlo, porque si lo quería de verdad iba a suceder”.
Así, el primer paso fue comenzar en karting con 17 años, después saltó a la Fórmula 4 uruguaya en 2021 donde consiguió tres podios, fue invitada a la selección de pilotos de la W Series en Estados Unidos en 2022 y allí fue invitada a correr en la Fórmula 4 de Estados Unidos. Todas competencias de régimen mixto. En 2022 llegó la F1 Academy.
“Para mi es algo sumamente positivo, una puerta enorme que abre la F1. Es una categoría que tiene el objetivo de encontrar a la próxima mujer que corra en F1”, cuenta Maite a Infonegocios. Para esto, la academia de la Fórmula 1 brinda apoyo económico pero también horas de pista, ya que es una de las categorías que requiere más horas de entrenamiento. “Siendo de Uruguay es un honor y un privilegio estar en una categoría tan importante con la exigencia de Europa, que es mayor a la que estaba acostumbrada. Lo estoy disfrutando y aprendiendo mucho.
En cuanto a la inversión necesaria para correr en ese nivel, Maite comenta que se necesitan unos 400.000 Euros, que se dividen de la siguiente manera: 150.000 los aporta la F1 Academy; 150.000 los invierte el corredor que, en el caso de Maite, los obtuvo con el apoyo de sponsors como Abitab, Ancap, Supermatch y el Ministerio de Turismo. El resto del dinero es utilizado para hacer entrenamientos. Aunque ya está corriendo, Maite sigue en la búsqueda de más sponsors.
Las siguientes etapas de la competencia la llevarán a Holanda, Francia, Italia y Estados Unidos. El objetivo principal para este año era estar en la primera generación de la F1 Academy y lo logró; ahora busca conocer mejor los circuitos europeos para ser más competitiva el año próximo. Sin embargo, en lo que queda del 2022 quiere ganar “la mayor cantidad de puntos y que pueda” y ¿por qué no? alcanzar algún podio.
Mientras tanto, Maite vive sóla en Barcelona y estudia en dicha ciudad. Hace poco recibió la visita de su familia, tan necesaria para mantenerse enfocada. Para cerrar cuenta que “nos está yendo bien pero podemos ir mejor y es a lo que apunto”. ¿Será la primera uruguaya que compita en Fórmula 1? Ojalá que sí, pero de cualquier forma ella ya ganó.