Es un hecho que las barberías se han apoderado de Montevideo, el área metropolitana y buena parte del interior del país. Basta con salir a dar una vuelta por cualquier barrio capitalino para encontrar en pocas cuadras varios Barber Pole, esas señales cilíndricas y giratorias de tres colores que sirven para identificar la entrada a estos negocios. Un emprendedor uruguayo, oriundo del barrio Piedras Blancas y barbero de profesión, se dió cuenta de que había un negocio en proveer a las barberías con insumos que hasta el momento solo se podían importar a precios poco accesibles. Y fue por todo.
El emprendedor en cuestión se llama Danilo Machado y, según cuenta, fue uno de los pioneros en la industria de la barbería en Uruguay al comenzar en el rubro hace ya 10 años instalando su propio negocio con solo 35.000 pesos, un sillón y un espejo en una galería de la calle 8 de Octubre, en el barrio La Unión.
“Arranqué comprando un producto que era importado, bastante caro. Yo hacía cortes en el barrio por 150 pesos y en ese momento la cera valía 600 pesos; por el público que había no la vendía. La gente se quería peinar con algo pero era difícil de costear. Ahí, junto con mi padre, que trabajaba en un laboratorio, empezamos a estudiar las fórmulas de esa clase de productos, conseguimos materia prima y a ensayo y error desarrollamos nuestra propia fórmula. Al principio ni siquiera tenía etiqueta, lo vendíamos en recipientes de plástico que comprábamos en una fábrica y la gente la llevaba en la barbería. En cierto punto un colega me pidió que le haga producto para vender en su propio local y ahí ya creamos la marca Barber Style, con etiqueta y todo”, recuerda Danilo.
La voz se empezó a correr, los encargos eran cada vez mayores y en cierto punto este emprendedor tuvo que elegir a qué pata del negocio destinar el 100% de su atención, si a la barbería o a la producción de producto. Para el año 2017 decidió tercerizar la producción con un laboratorio que le entregaba de a 1000 unidades con su fórmula y comenzó a diversificar la cartera: el segundo producto fue una pomada tipo mate para el pelo, inspirada en productos que venían de Brasil y Estados Unidos. Después llegaron los polvos voluminizadores, invirtió 4000 dólares en una matriz para crear su propio recipiente.
Cuenta que en ese momento había algunas marcas locales pero Barber Style las terminó desplazando del mercado ¿Cómo? “La estrategia del principio fue llegar a todos los locales con un exhibidor y productos a consignación. Eso hizo desplazar mucho a las otras marcas, porque te dábamos el producto y nos lo pagabas cuando vendías. Eso implicó una inversión grande en la calle porque atendemos a más de 200 barberías; llegamos a tener 40.000 dólares en la calle. Hoy, por logística, precio y calidad somos líderes del mercado y llegamos a más de 500 barberías de Montevideo y el interior”, cuenta.
De esta forma, hoy, la mayoría de las barberías de Montevideo cuentan con su propio exhibidor de Barber Style. Chiquito, colgado en la pared, muy poderoso.
Sobre la actualidad de la empresa, Machado expresa que comenzaron una reestructura para dar el siguiente paso. Recientemente cerraron un contrato de exclusividad con otro laboratorio y comenzaron a trabajar con materia prima importada de China. “Antes éramos un kiosko, ahora somos un supermercado. Fue todo muy a pulmón y estamos reestructurando para ser una marca grande”.
En esa línea, parte de la re estructura incluye el rebranding de la marca para sumar a la cartera productos destinados también a mujeres, por lo que Barber Style pasará a llamarse B Style. “A partir de esta reestructura queremos llegar más al consumidor final, haciendo que la gente nos conozca más y use los productos en su casa. Para esto invierto mucho en publicidad, tenemos siete barberos como embajadores de la marca. La primera etapa fue captar locales, ahora cambiamos el nombre a B Style porque nos volvimos tan masivos que empezamos a fabricar productos para mujeres y fue necesario re pensar la marca”.
En este punto la empresa vende un promedio de 3000 unidades de producto al mes, con precios al público que oscilan entre 350 pesos y 790 pesos y apuesta por el volúmen de ventas. “El 20% de los clientes nos da más ganancia que el 80% porque hay barberías que venden 50 unidades por mes y hay otras que venden cinco, pero tenés que estar, nos sirve para hacer marca y posicionarnos en el tiempo”.
Lo más llamativo del caso de Barber Style (B Style) es que, como explica él mismo, su creador comenzó sin educación formal en temas de marketing y aún así está cosechando un éxito indiscutido y admirable. “No tengo estudios formales de marketing pero trato de aprender en el camino y generar vínculo real con los clientes. Creo que son los detalles que nos permiten ser líderes. Seguimos cometiendo errores pero tenemos la ventaja de que somos barberos vendiendo a barberos, conocemos el negocio. Soy un pibe de barrio, arranqué con una silla y un espejo y a mi me divierte, quiero vivir siempre de esto”.