¿Electroliqué? Electrolineras. Sí, estaciones de servicio del futuro. Estaciones de servicio 100% pensadas para una movilidad que evoluciona cada vez más hacia lo sostenible. Una electrolinera es, lógicamente, una estación de carga para vehículos eléctricos o híbridos enchufables que, al igual que en una estación de servicio tradicional, hacemos un alto para luego seguir adelante.
Detrás de esta iniciativa está, desde hace tiempo, UTE y su proyecto de Ruta Eléctrica, la primera de América Latina, que inicialmente abarcó un trayecto que iba de Maldonado a Colonia, pero que ahora sigue extendiéndose a lo largo y ancho de todo Uruguay. De hecho, la Ruta Eléctrica actualmente cuenta con más de 260 puntos de carga, tanto de velocidad de carga normal como rápida, siendo la meta de 2023 llegar a los 300 puestos instalados en el país, uno cada 50 kilómetros.
Ahora bien, también detrás de esta iniciativa están empresas especializadas en desarrollo energético como ABB, presente en Uruguay desde hace casi siete décadas, más precisamente desde 1956, cuando inició las operaciones que comprendían la ingeniería, suministro, construcción y puesta en marcha de Unidades Térmicas de Generación de la Central Batlle y Ordóñez.
“La historia de ABB en Uruguay es la de renovar permanentemente su compromiso para ofrecer soluciones para el uso eficiente de la energía, aumentar la productividad industrial y contribuir a reducir el impacto sobre el medio ambiente”, dijo Agustín Labandera a InfoNegocios.
Según el responsable de Canales de ABB Uruguay, nuestro país “reúne todas las condiciones para seguir avanzando en movilidad eléctrica y las electrolineras son un ejemplo de esto, sobre todo desde la incorporación de los equipos de última generación, como son los cargadores rápidos, también conocidos como de corriente continua, que permiten completar la carga de baterías en solo 15 minutos y recuperar así hasta 250 kilómetros de autonomía”.
Labandera recordó que en 2017 cuando UTE comenzó a trabajar en la movilidad eléctrica e invirtió en los primeros equipos, se trataba de cargadores lentos –conocidos también como de corriente alterna–, cuyos costos rondarían en ese entonces US$ 3.000 mientras que ahora salen aproximadamente US$ 1.000.
“El escenario de aquel momento no era el actual, ya que prácticamente no había automóviles eléctricos ni híbridos, pero la apuesta era necesaria y abrió el camino a que hoy, existan cerca de 4.000 vehículos de estas características”, dijo Labandera, agregando que “esta evolución hace que ahora UTE apueste por más cargadores, sobre todo de carga rápida o continua, que ya son equipos que requieren una inversión mayor, dado que hablamos que tienen un costo de US$ 45.000 cada uno”.
Según el responsable de Canales de ABB Uruguay, en función de los convenios firmados por UTE, en general estos cargadores eléctricos están ubicados en las estaciones de servicio de ANCAP, edificios del BSE y espacios públicos, pero también en algunos desarrollos inmobiliarios privados y edificios de Punta del Este.
“La diferencia de estos equipos de última tecnología que ABB provee es que no solo permiten reponer rápidamente la autonomía de un vehículo, sino también cargar en forma simultánea a más de uno. Es decir, la potencia de estos equipos, como decíamos antes, permite completar la carga de una batería en solo 15 minutos, brindándole a ese auto recuperar una autonomía de 250 kilómetros. Si vienen dos autos a la terminal de carga, esa potencia se divide”, remarcó Labandera a InfoNegocios.
Actualmente UTE instaló más de 50 cargadores de ABB Uruguay de corriente continua de un total de 100 unidades y espera la llegada –desde Italia– para 2024 de unos 20 equipos más de última generación, que aportan al país no solo la instalación de electrolineras, sino el uso cada vez más necesario de energías limpias”.
Cabe señalar que ABB Uruguay, al mismo tiempo que participa activamente en proyectos eléctricos en el área de la generación, trasmisión y distribución de energía con UTE, también fue creciendo en la comercialización de sus diversas líneas de productos de baja tensión, a través de canales de integración y distribución, así como el desarrollo aplicaciones y sistemas en proyectos industriales.