En Argentina viene teniendo amplia aceptación y difusión entre su farándula. Y en Uruguay, la clínica Ormando, de la mano de la doctora egresada de la UBA y especialista en dermatología clínica, estética y reparadora y medicina orthomolecular Ivanna Salerno los empezó a colocar hace dos años, aunque con interrupciones por la crisis sanitaria y la imposibilidad para la doctora de viajar a Uruguay (“mi residencia va a estar lista dentro de un par de meses”, dice)
Salerno contó a InfoNegocios que el chip, del tamaño “de un grano de arroz”, va colocado de forma subcutánea “en el abdomen” y que hasta ahora lleva colocados 20, sobre todo en mujeres. “Los pellets suelen ser magistrales, los hacen un montón de laboratorios y farmacias magistrales. Se mandan a preparar de 50, 100, 150 o 200 microgramos de la hormona que necesite el paciente”, explicó, al ser consultada sobre el laboratorio del que provienen los chips que utiliza. “De acuerdo a la sintomatología del paciente, a su edad y antecedentes lo mandás a preparar de los microgramos que querés, de drogas. Estas drogas son hormonas, porque este es un chip de reemplazo hormonal”, aclara.
“Al mercado uruguayo le cuesta entrar en las novedades de la estética”, explicó. “La mujer uruguaya tiene vergüenza de hablar de la menopausia, de la sexualidad y de la libido. El chip no solamente mejora la libido sino que también aumenta la masa muscular, mejora el ánimo, el sueño, tiene un montón de beneficios. Pero noto que la mujer es vergonzosa o parecería que no le importara tanto. En Argentina puse 500 chips y en Uruguay hasta ahora puse 20. No sé si por prejuicio, miedo, desconfianza”, dice.
“Los uruguayos a los que les puse el pellet quieren volverlo a poner así que evidentemente están muy conformes”, dice.
El pellet cuesta US$ 250 para mujeres y para hombres depende de la cantidad de microgramos de la hormona que necesite, pero comúnmente son más de 5 chips.