Todos sabemos que Uruguay es un país que, al no tener vuelos internos y depender de los internacionales, su movimiento aéreo es prácticamente nulo. En este sentido, los últimos datos del Billing and Settlement Plan (BSP) creado por la International Air Transport Association (IATA) lo confirman.
En decir, según las cifras de BSP de IATA recogidas por el grupo de comunicación especializado en el sector turístico internacional, Hosteltur, la venta de pasajes aéreos en Uruguay a través de agencias viene cayendo en los últimos dos años cerca de un 50% respecto a 2019, más precisamente 19,6% en 2020 y 25% en 2021, significando una pérdida en facturación de al menos US$ 566 millones.
Dentro de este sistema de facturación creado para simplificar y facilitar el proceso de venta, notificación y remisión entre las agencias de viajes y las compañías aéreas -que sirve para controlar la venta de boletos aéreos de las agencias acreditadas-, puede verse que en Uruguay la venta de pasajes aéreos alcanzó, en 2019, unos US$ 438 millones, 80% de ellos a través de las agencias de viajes IATA que reportaron US$ 365,5 millones en ventas al BSP.
Luego, comenzó el 2020 y la pandemia hizo caer en picada todas las cifras -que vale señalar venían en aumento hasta ese entonces- y paralizó comercialmente el excelente primer trimestre que venía dándose. De hecho, según informa Hosteltur “los viajes de uruguayos al exterior en el primer trimestre de 2020 habían crecido 17,4% respecto al año anterior: de 510.000 a 600.000 viajes entre enero y marzo”.
Después, con el cierre de fronteras ya el día 15 de marzo, la venta de pasajes aéreos en Uruguay a través de agencias se interrumpió del todo. En 2020 hubo meses de facturación negativa, con más devoluciones que ventas. Es más, según los datos del grupo de comunicación especializado en el sector turístico internacional, “en todo el primer año de pandemia (2020) las agencias vendieron la quinta parte del monto de US$ 365 millones de 2019: US$ 72 millones, el 19,6%”.
Llegó 2021 y cuando todo el mundo esperaba una recuperación mayor en el sector de agencias, la recuperación no fue tal. Hasta mayo, las ventas de pasajes aéreos no llegaban al 5% de la facturación de 2019. Más adelante, en los meses de setiembre, octubre y noviembre, parecía haber una recuperación, dado que los números se iban acercando en un 50% a los de 2019, pero las cifras volvieron a caer en diciembre.
“El año 2021 cerró para las agencias de Uruguay con ventas equivalentes al 24,3% de 2019, unos US$ 276 millones de dólares menos”, señala el informe, agregando que al igual que en diciembre de 2021, las cifras de enero de 2022 también fueron bajas, dado que la variante ómicron volvió a complejizar el escenario para los viajes internacionales.
“El monto facturado en enero de 2022 -remarca Hosteltur en base a los datos de BSP de IATA- fue de US$ 9,8 millones, 69,4% por debajo de las cifras de enero de 2019 y de 2020 que fueron meses muy parejos, en el entorno de los US$ 32 millones”.
En suma, para levantar vuelo la industria aérea necesita mucho más que alas, se necesita vender y alcanzar, al menos, esos números de 2019, que en resumidas cuentas mostraban ventas de pasajes por US$ 1 millón por día.