Al mal tiempo buena cara, y al coronavirus una sonrisa estampada en un tapaboca. Esta podría ser la frase que mejor define el momento por el que están atravesando Gabriela Pohoski y Sergio Ferrando desde sietemilimetros, el estudio de diseño que ambos crearon en 2003 y que, desde ese entonces, viene repensando los objetos de uso cotidiano, dándoles una nueva mirada que les permite crear piezas muy originales.
En este sentido, sacudidos por el COVID-19, Pohoski y Ferrando vieron cómo las personas fueron alejándose de las calles y decidieron cerrar su local –ubicado en pleno Centro de Montevideo– para sentarse a pensar (y diseñar) una idea con la que pudieran apostar a volver a abrir.
“Fue así que surgió la colección #quedateencasa –dijo Ferrando a InfoNegocios–, un nombre sin duda nada original, pero que desde nuestra perspectiva de trabajo funcionaba bien, porque quisimos decirles a nuestros clientes que aunque el local no estuviera abierto, le llevábamos su compra a la puerta de su casa, algo que hasta ahora no habíamos desarrollado”.
Ferrando aclaró que luego de ver que nadie circulaba por el Centro, significándole una baja de ingresos entre el 60% y 70%, bajó la cortina de sietemilimetros el 20 de marzo, fecha desde la que concentraron su trabajo en la venta por la web y las redes sociales, ofreciendo además el envío sin cargo (en compras mayores a $ 700), con algún detalle o regalo extra (para pagos mediante transferencia) a modo de agradecimiento por apostar a la producción nacional.
“El punto fue que, más allá de esto, para un emprendedor cuya producción no es de gran escala, los costos fijos se hacen muy pesados y hay que reabrir, no sabiendo qué va a pasar”, dijo Ferrando, agregando que una vez que se decidieron a volver, se lo plantearon no solo desde la necesidad, sino desde el lugar de intentar ponerle a toda esta situación un poco de color y ánimo.
“Quisimos jugar con nuestros diseños y en ese juego nos inclinamos por crear tapabocas quizá muy particulares, que hay que animarse a llevarlos puestos, pero a la vista está que la gente necesita llevar esto del mejor modo posible”, señaló el creador de sietemilimetros.
Dicho esto, cabe aclarar que los tapabocas (cuyo costo es de $ 150) tienen, para los adultos, dibujos que recrean la sonrisa del Guasón, de La Gioconda, de Frida Kahlo, de Freddie Mercury o de Marilyn Monroe, mientras que los de los niños tienen diseños de perritos, gatitos u ositos.
“La verdad es que fue fascinante la respuesta de la gente, porque apenas los diseñamos, los mandamos a hacer y los pusimos a la venta, en menos de tres días se agotaron… Pero esto no es todo, ya tenemos más de 100 pedidos, así que estamos trabajando mucho en esto de los tapabocas, cuyo uso sin duda se viene para largo”, sostuvo Ferrando.
Además de esto, y siguiendo la estética pop que caracteriza a sietemilimetros, que toma del cine, la música y la televisión una fuente de inspiración, la colección #quedateencasa incluye diseños en tazas, microestampas, muñecos de tela y muchas otras cosas que harán más llevadera la nueva realidad, entre las que se destacan “los diminutos”, una serie de personajes que ahora, con más tiempo de producción, Pohoski y Ferrando pueden hacer personalizados desde $ 400 a $ 1.800.
“En otras circunstancias sería imposible –dijo Ferrando–, pero ahora con esto del coronavirus hay un manejo del tiempo distinto y podemos ofrecer los dibujos de los diminutos, en tazas, remeras, cuadros o almohadones, de forma personalizada, es decir, desde la foto que el cliente nos envíe y con el aspecto que quiera, normal o con el look de su personaje favorito”.