Según el reciente informe “Balance de carbono” realizado por el consultor Agustín Inthamoussu -cuyo trabajo para el Banco Mundial ha impulsado acciones de mitigación del cambio climático con soluciones basadas en la naturaleza-, la empresa Montes del Plata, con más de 150.000 hectáreas de plantaciones forestales, contribuye a reducir el calentamiento global -en el país y el mundo- siendo carbono negativo, ya que captura una cantidad de gases de efecto invernadero superior a la que emite.
Si bien 2020 será recordado como el año del coronavirus, también debería ser reconocido como el año más caluroso registrado en la historia de la humanidad -junto a 2016-, un tema cuyo daño para todo el mundo es casi invisible por su lento desarrollo, pero cuyas consecuencias más dramáticas serán a largo plazo e inevitables.
Dicho de otro modo, el COVID-19 detuvo el mundo, pero el cambio climático no está en pausa. El aumento de la temperatura promedio del planeta está provocando tormentas severas, olas de calor, episodios de sequías, desplazamientos humanos y derretimiento de los glaciares. Aunque se hayan fijado distintas metas de aquí al año 2100, para revertir esta situación el momento de actuar es hoy, no mañana.
Cuando menos es notoriamente más
Todos dejamos un impacto en el mundo: lo que consumimos, la forma en que viajamos, lo que fabricamos, las actividades que hacemos, el modo en que nos deshacemos de los residuos, todo contribuye a generar emisiones que inciden en el calentamiento del planeta. A eso se le llama “huella de carbono”, que es nuestro aporte a la cantidad de gases de efecto invernadero que se liberan en la atmósfera y que año a año aumentan la temperatura de la Tierra.
El más importante de ellos es el dióxido de carbono, conocido como CO2, que se usa como unidad para medir las emisiones de los distintos gases.
Así como una persona puede optar por reducir o neutralizar su huella de carbono -usando transportes más amigables con el medioambiente, energías más limpias o plantando árboles que capturan carbono-, lo mismo ocurre con las empresas, como Montes del Plata, que se propuso calcular su huella de carbono.
Mientras más negativo sea el resultado, más positivo será para el medioambiente. ¿Cuál fue el resultado de Montes del Plata? Tanto en 2018 como en 2019 la empresa capturó más gases de efecto invernadero de los que emitió. La diferencia fue especialmente notable en 2019, año en el que el saldo neto negativo fue de 1.969.859 toneladas de CO2.
Para comprender lo que significan estos números y el impacto favorable que tienen en el medioambiente, el informe “Balance de carbono” de Inthamoussu establece algunas comparaciones con las cifras de emisiones producidas por fuentes muy distintas: el medio de transporte más común, nuestra capital y un evento global masivo.
Es decir, por ejemplo, la cantidad de CO2 que Montes del Plata capturó en 2019 equivale, aproximadamente, a las emisiones del 42% del parque automotor en Uruguay en ese año o bien a las emisiones del 52% de la ciudad de Montevideo o las emisiones de casi cuatro juegos olímpicos (tomando como base la realizada en Río de Janeiro en 2016).
Mirando en retrospectiva, ya no solo los años de análisis, se desprende del estudio que la masa forestal de Montes del Plata actualmente en pie ha capturado, durante sus años de crecimiento, cerca de 30 millones de toneladas de CO2, cifra suficiente como para neutralizar las emisiones de la totalidad del parque automotor uruguayo durante más de seis años.
Que hoy Montes del Plata sea carbono negativo significa que tiene excedentes de captura de gases de efecto invernadero, algo beneficioso no solo para Uruguay sino para el planeta, un compromiso para el futuro que se comenzó a forjar ayer.