Todavía queda un largo camino por recorrer para que la economía recupere los niveles previos a la pandemia. De hecho, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la región desacelerará su tasa de crecimiento en 2022 a 2,1%, luego de crecer 6,2% en promedio el año pasado. Ante este escenario de cambios vertiginosos y nuevos desafíos, no es de extrañar que el rol del director financiero (CFO, por sus siglas en inglés) esté cobrando mayor relevancia en las empresas.
Según el último estudio global hecho por el Institute for Business Value de IBM bajo el título CFO Study: Strategic Intelligence -en el que participaron 2.000 directores financieros en 28 industrias y 43 países-, las expectativas para el rol del CFO moderno en las compañías está en evolución, fundamentalmente si atiende a algunos factores críticos que marcarán su éxito en la toma de decisiones.
En concreto, 49% de los CEOs consultados en América Latina ven al CFO como el socio C-suite más importante en los próximos tres años. Cabe señalar en este punto que un “C-suite” es aquel ejecutivo -o grupo de ejecutivos- considerado como una de las personas más importantes e influyentes en una empresa. Ser un miembro “C-suite” significa tener la capacidad de tomar decisiones de alto riesgo, tener una carga de trabajo más exigente y por ende una compensación salarial mucho más elevada.
Los principales hallazgos del informe CFO Study: Strategic Intelligence son que el rol de CFO es esencial más que nunca: como ya se dijo el 49% de los CEOs consideran al CFO como pieza clave de la compañía durante los próximos dos o tres años. ¿Por qué? Por ejemplo, a nivel mundial, los directores financieros seleccionaron mejor la eficiencia (56%), brindaron una mejor experiencia a sus clientes (41%) e incorporaron más innovación en los modelos comerciales (40%).
Otro punto que se destaca en el informe CFO Study: Strategic Intelligence es que el CFO es un guardián de la estabilidad y un agente de transformación: a nivel mundial, cerca de tres cuartas partes de los CFOs confirmaron que desempeñan un papel clave en la transformación y la agilidad en toda la empresa.
En cuando a las responsabilidades del CFO, las mismas se extienden más allá del presupuesto y las finanzas a la cultura corporativa: más de cuatro de cada diez CFOs a nivel mundial dicen que tienen la tarea de fomentar una cultura que abarque todo lo digital.
Un punto no menor es la inteligencia artificial (IA) y la analítica avanzada, que están emergiendo como componentes clave para los directores financieros. De hecho, según el Institute for Business Value de IBM el 58% de los CFO a nivel mundial dicen que la tecnología de IA se ha implementado para planificar procesos y analizar el flujo de trabajo inteligente, cubriendo y orquestando la planificación y la gestión del rendimiento.
Actualmente, la IA se está implementando en otros procesos financieros como pronósticos financieros (51%), informes de gestión y desempeño (56%) y análisis de rentabilidad y margen (53%).
“Ante los cambios del mercado y las crecientes presiones, se está otorgando una gran importancia a la agilidad y la transformación organizativas, lo que eleva y hace evolucionar el papel del CFO”, dice Luis Eduardo Gaudio, CFO de IBM Consulting para América Latina.
“Su posición es clave -agrega Gaudio-, no solo como guardián de la estabilidad, sino también como asesor estratégico de los líderes de negocio y defensor de la transformación digital en toda la empresa”.
En suma, el CFO es hoy un guardián de la estabilidad, la agilidad y la transformación en toda la organización. Incluso en este escenario, el CFO va más allá de sus tareas diarias de planificación y finanzas para fomentar una cultura que abarque toda la transformación digital, incluido el uso de IA y automatización para mejorar el rendimiento y la eficiencia de su equipo.