Un poco de historia
Creada en 1984 como una empresa familiar uruguaya, el 19 de junio Bitafal cumple sus primeros 40 años de vida. Aunque firmemente establecida con un equipo de más de 90 colaboradores, sigue manteniendo hoy el carácter original que le imprimieron sus fundadores y socios principales, los hermanos Claudio y Diego Kröger.
El nombre Bitafal surge de la mezcla entre bitumen y asfalto, y busca reflejar la naturaleza misma del negocio: el desarrollo de productos asfálticos innovadores y eficientes para la construcción de carreteras.
A lo largo de los años, la compañía fue conformando un equipo profesional y humano que, desde la diversidad de funciones y formaciones, se ha consustanciado con esos grandes objetivos. Para ello, en todos sus procesos ha tenido una gran capacidad de adaptación a las nuevas tendencias, a la nueva tecnología y a las nuevas demandas de la industria vial. Y en los últimos años, incorpora un concepto clave de cara al futuro: la sostenibilidad.
Ese espíritu se traduce en su actual logotipo, cuyo isotipo representa la profundidad de una carretera. Es la A central de Bitafal, pero al mismo tiempo es una carretera que se diluye hasta el infinito, una carretera eterna.
Hitos recientes
El primer hito en la historia de Bitafal es su nacimiento en 1984. A partir de ese momento, la empresa vivió tres ciclos clave para traerla hasta la posición que hoy ocupa. El primero se ubica entre los años 2002 y 2005, cuando ingresa la segunda generación de la familia y se toma la decisión de priorizar el negocio del asfalto para diferenciarse en el mercado de la construcción de carreteras. También por esa época la empresa entra por primera vez en el sistema de gestión de calidad con la norma ISO 9001, trabajando con procesos y con un sistema sólido.
El segundo ciclo se ubica entre 2010 y 2013, cuando el equipo de dirección lleva adelante una redefinición estratégica de la visión, la misión y los valores de la empresa y se empieza a trabajar en el concepto de unidades de negocio: de asfaltos, de servicios para la construcción y también la creación del laboratorio CITEVI (Centro de Investigación en Tecnologías Viales). A partir de allí se genera un crecimiento importante en la empresa que la lleva directamente al tercer ciclo, que comenzó en 2021 y se prolonga hasta hoy.
Dicha etapa coincide con una segunda revisión estratégica y se traza un primer plan a cinco años con la innovación y la sostenibilidad como pilares fundamentales. En ese marco, la empresa está trabajando en la digitalización y profesionalización de las áreas, así como en el trabajo por competencias.
Misión en la práctica
La razón de ser de la empresa, su propósito, es hacer más y mejores carreteras, que también sean sostenibles con menores costos económicos y ambientales. Por esa razón el concepto de sostenibilidad también abarca lo social, porque hay un componente social detrás de la pavimentación: detrás del suministrar los asfaltos para la pavimentación está el objetivo de conectar. Los caminos conectan personas, pueblos, centros productivos con puertos y, en ese marco, Bitafal juega un rol preponderante.
A la hora de transmitir esto al equipo de colaboradores la empresa se vale de talleres con los distintos líderes de la organización para fomentar una serie de competencias cardinales como el compromiso con los resultados, integridad, mejora continua y orientación al cliente y al equipo.
Al mismo tiempo, Bitafal hace hincapié en trabajar de forma responsable con su entorno. Con dos plantas industriales ubicadas en Colonia Nicolich y Barros Blancos buscan insertarse en la comunidad al ofrecer oportunidades dignas de trabajo y llevando adelante iniciativas que generan valor añadido.
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