Para muchas personas, las compañías familiares son sinónimo de pequeñas empresas que operan principalmente a nivel local. Sin embargo, la realidad es bastante diferente, de hecho algunos grandes grupos internacionales también son empresas familiares: Inditex, Ferrari, BMW e incluso el gigante minorista estadounidense Walmart. Estas empresas emplean a millones de personas y desempeñan un papel predominante en el crecimiento económico mundial al contribuir con alrededor del 70% del PIB mundial.
En todo el mundo cuatro de cada cinco empresas son familiares. A nivel latinoamericano, según una investigación publicada por el Consorcio Global del Proyecto STEP y KPMG Private Enterprise, muestra que las empresas familiares, en comparación con otras regiones del mundo, han superado con éxito los desafíos de la pandemia, además de saber aprovechar las oportunidades del nuevo contexto, logrando mantener vivo el espíritu de su fundador y un gran poder regenerativo.
“Según Family 500, nuestra base de datos patentada, el nivel medio de endeudamiento es unas tres veces inferior al de la media de otras empresas cotizadas en todo el mundo. Por el contrario, su rentabilidad es mayor, con, por ejemplo, un Return on Equity, es decir, la capacidad de una empresa para convertir en beneficios el dinero invertido por sus accionistas, del 14% en 2019, frente al 12% de las empresas no familiares”, explican desde Carmignac.
Como resultado del análisis de la base de datos, las empresas familiares superan a otras compañías que cotizan en bolsa. Durante 18 años el valor de mercado de las mismas se ha más que cuadruplicado, mientras que el de las empresas no familiares se ha triplicado en el mismo período, incluso atravesando grandes periodos de crisis.
Actualmente, para los inversionistas es importante considerar las empresas familiares, dada su capacidad para crear valor a largo plazo y participar en el desarrollo de la economía local y global. Sin embargo, se debe ser perspicaz y llevar a cabo un análisis en profundidad, sabiendo identificar las mejores empresas, diversificando, no solo por sector sino también por región geográfica y hasta conocer qué generación está al mando.
“Las personas que lideran estas empresas tienen una visión a largo plazo y son reacios al riesgo debido a la inversión personal que han hecho en ellas, tanto en términos de tiempo como de dinero. Esto explica por qué estas empresas tienden a ser más resistentes durante los períodos difíciles. La clave está en ser exigentes a la hora de invertir”, finalizan desde Carmignac.