La incidencia de la actividad aeronáutica sobre el turismo y los negocios y su impacto sobre la economía uruguaya fueron los principales temas abordados durante la jornada “Desafíos para una aviación sostenible en Uruguay”. El evento, organizado por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), contó con la participación de Martín Eurnekian, presidente de Corporación América; Diego Arrosa, CEO de la compañía en Uruguay y el director Eduardo Acosta.
Los representantes del grupo concesionario de los aeropuertos de Carrasco y Punta del Este integraron un panel dirigido a analizar las proyecciones de la gestión aeroportuaria.
En su exposición, Arrosa resaltó que en la década de 1990 la industria aeroportuaria a nivel global generaba 20 millones de puestos de trabajo, una cifra que se estima que llegará a 100 millones en el año 2030. Este crecimiento responde al incremento en la cantidad de pasajeros, que en la actualidad es de siete billones de personas anuales pero que se prevé triplicar en los próximos doce años como consecuencia del crecimiento de la clase media.
“Uruguay es el segundo país de Latinoamérica con mayor crecimiento de la clase media proyectado después de Perú y al mismo tiempo es el país con menor índice de viajes per cápita, lo que abre una gran oportunidad de crecimiento y desarrollo para la industria aeronáutica”, sostuvo.
El expositor recordó que luego de tres años de trabajo conjunto con la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (DINACIA), el Aeropuerto de Carrasco fue pionero en la región en obtener el Certificado de Operador de Aeródromo, que garantiza el cumplimiento de las reglamentaciones aeronáuticas nacionales e internacionales.
Uno de los pilares de la terminal aérea es su Plan de Sustentabilidad, que entre otros factores implica el desarrollo de un Sistema de Gestión de Energía por el que el 15% de la energía utilizada proviene de fuentes renovables.
Al compromiso con el medio ambiente se suma la innovación en materia de servicios. Desde fines de 2017, el Aeropuerto de Carrasco cuenta con pasarelas de migración biométricas y a mediados de este año comenzará a utilizar tecnología biométrica facial, un proceso migratorio similar al que la compañía KLM ha implementado en Los Ángeles y que redujo en un tercio el tiempo de embarque de los pasajeros.
Además, la principal terminal aérea cuenta con un centro de gestión aeroportuaria desde donde se releva y controla el flujo de pasajeros. “Cerca del 95% de las filas en migraciones no supera los diez minutos. Para nosotros es fundamental trabajar en la experiencia del pasajero”, manifestó el ejecutivo.
En lo que refiere al posicionamiento regional de Uruguay en materia aeroportuaria, el objetivo es transformar al Aeropuerto de Carrasco en un hub logístico, para lo cual Corporación América seguirá trabajando en conjunto con otros actores públicos y privados.
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