Con la presencia de autoridades departamentales y locales, referentes de UTU, UTEC y de la empresa forestal-industrial Montes del Plata, se desarrolló un encuentro en el que se dieron a conocer los principales hitos del proyecto La Ruta del Hongo. Además, se reconocieron a los emprendedores que lograron dotar de valor agregado al hongo de Eucalyptus.
La Ruta del Hongo es un proyecto que lleva adelante Montes del Plata en el eje de la ruta 90 junto a UTU y UTEC, que apunta a sumar valor agregado a los hongos comestibles y a formalizar su recolección, actividad económica que desarrollan vecinos de estas comunidades forestales. De hecho, actualmente unas 200 familias de Piedras Coloradas y Orgoroso, en Paysandú, y de Algorta, en Río Negro, recolectan y venden a acopiadores unos 250.000 kilos de hongos comestibles por año.
La mayoría de los núcleos familiares están conformados por mujeres jefas de hogar. El programa -que dio sus primeros pasos en 2017- incluye la capacitación en conservación, recolección y emprendedurismo para los trabajadores, el desarrollo de líneas de investigación en la materia y el apoyo a un proyecto de incubadora para que los recolectores puedan desarrollar sus propios emprendimientos.
El objetivo de este evento -organizado por Montes del Plata, el Observatorio Gastronómico de la Intendencia de Paysandú, UTU, UTEC, Paysandú es Tango y el Hotel Salinas del Almirón- fue presentar los logros del proyecto y dar a conocer emprendimientos surgidos a partir de este.
“La idea de darle valor agregado a los hongos fue madurando hasta llegar a los logros que podemos ver hoy: un grupo de personas con un curso de reconocimiento y conservación de hongos culminado, un proceso de cómo agregarle valor sistematizado para poder ser replicado, cuatro emprendimientos en marcha con cinco productos registrados y una investigación de UTEC, innovadora e inédita en nuestro país”, comentó Marina Flores, jefa de Sustentabilidad y Comunicaciones de Montes del Plata en la zona Forestal.
Montes del Plata realizó en 2021 junto con UTU un curso para 25 recolectores de esa zona, cuya principal fuente de ingresos fuera esta actividad. En paralelo a esta capacitación y al desarrollo de emprendimientos, la empresa y la UTEC firmaron un acuerdo para investigar sobre el contenido nutricional de este hongo, sus propiedades para el etiquetado, las diferentes formas de conservación como el secado y el liolifizado, así como explorar otros usos como en la cosmética y la farmacéutica.
“El hongo de Eucalyptus crece naturalmente en los montes forestales por lo que hay disponibilidad del producto. El desafío es seguir encontrando la manera de agregarle valor desde la gastronomía, la cosmética, la medicina, para que más personas puedan vivir de la actividad y salir de la zafralidad que implica solo recolectar. El proyecto encontró en diferentes personas e instituciones apoyos que le ha permitido llegar hasta acá. Esperamos que nos encuentre trabajando en conjunto en el futuro por el desarrollo de nuestra comunidad”, concluyó Flores.
En suma, La Ruta del Hongo es una exitosa experiencia interinstitucional que aporta valor agregado y brinda oportunidades de empleo.
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