Basados en las normas internacionales del trabajo y los derechos humanos, y con el foco puesto en ayudar a las organizaciones en su rol fundamental en relación a la equidad de género, los Principios de Empoderamiento de la Mujer (WEPs) constituyen una plataforma y marco de acción para las empresas en relación a la igualdad de género, cuyo fin es ayudar a las empresas a modificar sus actuales políticas y programas o crear nuevos para alcanzar el empoderamiento de las mujeres y niñas en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad.
Los WEPs permiten vincularse a la red global, visibilizar internacionalmente las iniciativas empresariales comprometidas con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, e intercambiar experiencias con las distintas empresas y actores comprometidos con los principios en todo el mundo.
Además, ofrecen a las empresas la posibilidad de alinear sus políticas de RSE con los objetivos establecidos por la política pública nacional de equidad de género y los determinados por los organismos internacionales para la Agenda Global 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los Principios para el Empoderamiento de la Mujer se resumen en siete puntos, en donde se detallan acciones específicas: 1) promover la igualdad de género desde la dirección al más alto nivel; 2) tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo; respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación; 3) velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y trabajadoras; 4) promover la educación, entrenamiento, capacitación y desarrollo profesional de las mujeres; 5) llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y marketing a favor del empoderamiento de las mujeres; 6) promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias y de sensibilización; y 7) evaluar y difundir los progresos realizados a favor de la igualdad de género.
Según Juan Pablo Lara, director de Randstad Uruguay, “la adhesión a los WEPs reafirma el compromiso de Randstad en un momento en que se necesita acelerar el ritmo de cambio en equidad de género en un contexto en que la pandemia amplió la brecha en el mundo laboral”.
Según un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo, en el futuro próximo, las desigualdades entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo, agudizadas por la pandemia persistirán. En comparación con 2019, en 2022 tendremos a nivel global, 13 millones menos de mujeres empleadas, mientras que el empleo de los hombres ya recuperó los niveles pre pandemia de 2019. En 2021 solo el 43,2% de las mujeres en edad de trabajar estuvieron empleadas, frente al 68,6% de los hombres en edad de trabajar.
Según un informe de CEPAL, denominado “Brechas de Género en los ingresos laborales en el Uruguay”, el país se encuentra frente a la oportunidad de, entre otras cosas, realizar mayores esfuerzos en materia de medidas de transparencia empresarial; generar políticas que apunten a reducir la segregación ocupacional y las interrupciones laborales de las mujeres; aumentar o equiparar el salario mínimo entre distintos sectores; evaluar y adaptar o modificar políticas -públicas y corporativas- de licencias maternales, paternales y parentales, de modo que permitan reducir efectivamente el impacto adverso de la maternidad sobre las trayectorias laborales, entre otros muchos aspectos.
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