Lo que hace cuatro décadas comenzó siendo un emprendimiento personal del técnico agropecuario Carlos Foderé se transformó, con esfuerzo, dedicación y trabajo, en una gran empresa familiar caracterizada por transmitir pasión por el campo. Así surge y así llega Fadisol a la actualidad, cuya solidez le sirve como base para seguir creciendo y apostando a la mano de obra nacional.
En este sentido, con más de 40 años de trayectoria en el mercado del agro, la compañía decidió transformar su modelo de negocio y así alinearse a las principales tendencias de comercio internacional que apuntan a brindar servicios de calidad personalizada y con valor agregado a los productores.
La nueva estrategia de Fadisol -dedicada al comercio internacional de semillas, así como también a la comercialización de insumos agrícolas- sigue vinculada al rubro granos, pero dándole una mayor importancia a los servicios que se brindan a los clientes, como la logística y el acondicionamiento de los mismos.
“El objetivo principal -explicó Foderé- es ofrecer una atención personalizada al productor, ocupando otro lugar en la cadena comercial para satisfacer sus necesidades”, agregando que de esta forma seguirán creciendo en el sector, “fruto de las alianzas comerciales concretadas con diversas empresas uruguayas y multinacionales”.
Con la experiencia y conocimiento adquirido a lo largo de los años, Fadisol ofrece una alta especialización en el comercio (trading) y servicios de acondicionamiento de cereales y oleaginosos. A su vez, la compañía dispone de una extensa variedad de semillas forrajeras, públicas o exclusivas, y de cultivos para la siembra de invierno y verano.
En cuanto a la logística, pretende proporcionar los medios y métodos para que los granos logren atravesar la cadena de producción, desde la chacra a plantas, el acondicionamiento, hasta su destino final. Es el puente entre la producción y los mercados.
En este sentido, Fadisol provee servicios de acondicionamiento, transporte y almacenamiento en plantas de silos y luego el traslado a su destino final, tanto sobre las mercaderías que origina, como brindando servicios a terceros.
Gracias a la inversión tecnológica, cada productor puede monitorear a través de internet sus descargas diarias en las distintas plantas, las calidades con las que está cosechando, para hacer un seguimiento y control en tiempo real de su cosecha.
“Para nosotros, la clave es poder estar todos los días más cerca del productor, dándole un mejor servicio y más apoyo en esta carrera tecnológica”, concluyó Foderé.
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