Las consecuencias de la extensión de los cafés de especialidad y el crecimiento del público que elige experiencias sensoriales más ricas, podrían trasladarse al mundo del chocolate. Los propietarios de Café Seis Montes, empresa establecida en el sector de café de especialidad desde 2018 como importadora, tostadora y distribuidora, prepara el lanzamiento de un nuevo emprendimiento: Cacao Seis Montes. Este proyecto representa la expansión de las actividades de la empresa hacia el procesamiento y comercialización de cacao fino en Uruguay.
“Siempre nos gustó la idea de traer cosas nuevas y diferentes, pensar el acercamiento comercial desde lo novedoso y la experiencia sensorial, nunca pensamos tanto en locales, sino en ver cómo convertir lo que nos gusta en algo rentable, a la inversa de cómo piensan otros emprendedores”, explica Francisco Supervielle, copropietario de Seis Montes.
Explica, además, que cacao fino es una denominación equivalente a la del café de especialidad. Es decir, se trata de un producto que busca paladares algo más exigentes que aprecian la variedad y las distintas formas de proceso de los granos.
La iniciativa de Cacao Seis Montes surge de la evaluación de un nicho de mercado no atendido en Uruguay: la importación y refinamiento de cacao fino. Los propietarios, Francisco Supervielle, Martín Chamián y Gabriel Pérez, han identificado una oportunidad comercial en la oferta de un producto que, de acuerdo con sus declaraciones, se diferencia del cacao industrial por sus características aromáticas.
“Va a ser un desafío más grande que el del café, porque el chocolate implica azúcares. La diferencia con el café está en que la apreciación del cacao fino es más aromática que gustativa. En el chocolate que tiene entre 50 y 70 por ciento de cacao, el azúcar apaga un poco esos aromas. Y si es chocolate industrial, los aromas y sabores se apagan mucho más al refinarse mucho”, explica Supervielle.
El modelo de negocio de Cacao Seis Montes contempla la importación de granos de cacao fino, principalmente de regiones productoras en América del Sur, incluyendo Perú, Brasil y República Dominicana. El proceso interno abarcará el tostado, descascarillado y la producción del cacao nibs (semillas), así como la maduración de los bloques de cacao por un período mínimo de dos semanas.
La oferta de productos incluirá tabletas de chocolate, cacao en polvo, cascarillas de cacao y manteca de cacao. Además de la venta directa al consumidor final, Cacao Seis Montes buscará establecer alianzas con empresas del sector gastronómico, como heladerías y reposterías, proveyendo materia prima. La estimación inicial de importación para el primer ciclo operativo es de 600 kilogramos.
El nuevo local de Cacao Seis Montes estará ubicado en Salterain y Rivera. Si bien todavía está en obras y las máquinas están en pleno proceso de importación, empezará su actividad antes de primavera. La inauguración se estima que se realizará entre agosto y setiembre como muy tarde. Los impulsores del proyecto mencionan, además, la intención de incorporar un componente pedagógico, buscando difundir información sobre las características del cacao fino entre los consumidores locales. Del mismo modo en que se extendió la apreciación y el gusto del café de especialidad, apuntan a que suceda algo parecido con el chocolate, aunque tal vez a menor escala.
Hasta el momento, el chocolate que se ha importado a Uruguay, el que masivamente se entiende como de mejor calidad, es el belga. También hay suizo y español. Sin embargo, el paradigma podría cambiar, ya que esta iniciativa apuesta a importar cacao de otras nacionalidades. “Es que el chocolate no es de ninguno de esos países europeos, es un fruto de América del Sur. Por eso queremos que el cacao venga de Perú, Brasil, Dominicana. En ese sentido es la misma mentalidad que con el café de especialidad”, agrega Supervielle.
Seis Montes, la empresa matriz, ha operado como tostadora de café en Montevideo desde agosto de 2018. Su modelo de negocio se ha centrado en la importación de granos de café de especialidad y su posterior tostado y distribución, tanto a nivel minorista como mayorista. La expansión hacia el cacao fino representa una ampliación del portafolio de productos y servicios de la compañía. La decisión de incursionar en el cacao responde a una estrategia de diversificación basada en la experiencia previa en el mercado de productos agroindustriales con valor agregado.
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