La empresa familiar Librería Pocho, un referente en el mercado editorial uruguayo con más de sesenta años de trayectoria, ha anunciado un movimiento estratégico de expansión: la apertura de Pocho Kids, un espacio de 50 metros cuadrados. Este nuevo local comercial, que se inaugurará en aproximadamente un mes en la esquina de Paullier y Brandzen, es la materialización de una estrategia de especialización enfocada en los segmentos de mayor crecimiento del sector: la literatura infantil, juvenil, el manga y los cómics.
La decisión responde, en primer lugar, a un desafío logístico derivado del propio éxito y volumen de la empresa. La capacidad de exhibición en sus locales actuales había llegado a un límite que restringía el potencial de su catálogo.
Diego Costa, copropietario e hijo del fundador, lo explica con cifras elocuentes: "A modo de ejemplo sobre el stock y las posibilidades de exhibirlo, cuenta que solo en la sucursal de 18 de Julio tienen un catálogo disponible de 40 mil libros. Y allí potencialmente podrían sumar 20 mil más". Esta enorme cantidad de material, que no podía ser expuesto de forma adecuada, generaba una necesidad imperiosa de encontrar nuevos espacios para dar visibilidad y el lugar que se merece a cada categoría.
En segundo lugar, la apertura es una respuesta directa a las transformaciones del mercado. La dirección de Pocho Libros ha identificado un cambio en los hábitos de consumo cultural, particularmente entre el público joven. El manga, por ejemplo, ha dejado de ser un nicho para convertirse en un fenómeno de ventas masivo, con un público leal que busca coleccionar series completas. Este formato exige una exhibición particular, ordenada por series, demografías y editoriales, algo difícil de lograr en una librería generalista. De forma similar, el sector de los juegos de mesa o "juegos de caja" vive un renacimiento global. Ya no son vistos como simples juguetes, sino como productos de socialización y estrategia para jóvenes y adultos, cuyo atractivo depende en gran medida de una buena exhibición y, en ocasiones, de personal que pueda orientar al comprador.
Sobre esta visión, Costa agrega: "Queremos que en esta nueva librería circulen solamente libros y afines, como juegos de caja, mangas, nuevos, usados, con un rango amplio de precios. Es una necesidad que entendíamos que no estaba explotada". La creación de Pocho Kids busca capitalizar estas tendencias, ofreciendo un espacio curado y especializado.
La necesidad de un mejor servicio y una atención más enfocada fue un factor determinante. "No podíamos atender a toda la demanda tan específica del libro infantil y juvenil, así como el manga y los cómics. Nos vamos a enfocar en esos cuatro sectores, que en realidad son más", admite Costa. Este reconocimiento impulsa un modelo de negocio que prioriza la profundidad sobre la amplitud en este nuevo local. Se busca atender con la dedicación que merece el auge de la literatura juvenil, un ecosistema hoy fuertemente influenciado por plataformas digitales. "Últimamente ha crecido mucho la demanda de libros juveniles, una producción que está apoyada por soportes digitales como Wattpad y los booktubers. Es importante atender ese sector de la forma que se merece", señala. Lo mismo aplica a la literatura infantil, un campo en constante innovación que "no deja de crecer y presenta una gran diversidad de precios y ofertas".
Este movimiento de especialización se inserta en la rica historia de la empresa. Fundada en 1961 por Ademar Costa en la tradicional esquina de 8 de octubre y Luis Alberto de Herrera, Librería Pocho nació con la vocación de ser un punto de encuentro para los lectores. La apertura en 1998 de la sede de 18 de Julio, casi el Obelisco, consolidó su presencia en Montevideo. Cada sucursal ha desarrollado su propia identidad, ajustándose a los intereses de su zona. Pocho Kids es, por tanto, el siguiente paso lógico en esa evolución: crear una nueva identidad, la más especializada hasta la fecha. A pesar del enfoque, mantendrá la filosofía central de la marca: "Nuestra característica es cubrir todas las demandas, por eso tenemos libros de 50 pesos y también otros de 15 mil, libros nuevos y también antiguos o agotados".
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