Abono de Mar es un proyecto público-privado con base en La Paloma, en el departamento de Rocha, que se dedica a la gestión de residuos orgánicos, principalmente los provenientes de la pesca que llega al puerto de La Paloma.
Victoria Pardo, Ingeniera en Recursos Naturales y socia fundadora de Abono de Mar, ya tenía experiencia trabajando con compost y procesando materiales orgánicos. De hecho, junto con un grupo de vecinos de La Paloma trabajaba en una compostera comunitaria para consumo doméstico. Es por esta razón que en cierto momento el alcalde de La Paloma les planteó la posibilidad de pensar en una solución al problema de los desechos de las pesca que se tiraban en el basurero municipal, generaban olor y otros problemas asociados. Ese fue el génesis de Abono de Mar.
“Hice una investigación porque en la bibliografía tradicional se dice que pescado y carne no se compostan. Busqué si había algo a nivel global y encontré que en España hay una planta procesadora de pescado que en el puerto mismo hacen compost con residuos de pesca”, cuenta Victoria a InfoNegocios.
En ese momento comenzaron las pruebas piloto y debido al carácter innovador del proyecto en nuestro país, recibieron ayuda de parte de la ANII. “Fueron dos líneas de financiamiento, la primera que se llama Validación de Idea de Negocio, cuando no sabíamos si el compost iba a ser un buen fertilizante; en ese punto nos apoyaron con US$ 5000. Lal segunda línea fue de US$ 20.000 para poder empezar a funcionar mejor a nivel productivo”.
Desde ese momento ya pasaron cinco años y al día de hoy es una empresa en proceso de consolidación con un producto excelente. Abono de Mar gestiona entre 20 y 150 toneladas de residuos mensuales que, por el proceso de compostaje, se transforma en la misma cantidad de fertilizante. El fertilizante es empaquetado en bolsas de 50 litros y se vende para todo el país por metro cúbico.
Victoria comenta que es un fertilizante “excelente por ser muy completo a nivel de nutrientes y eso se ve en los resultados de los productores que lo usan”. Con respecto a este punto, el público objetivo de Abono de Mar va desde grandes productores que compran camiones de cinco, 10 o 20 metros cúbicos de fertilizante hasta “la señora que usa el compost en una maceta de su casa”, aunque apunta que lo más común es que la venta por metro cúbico.
En cuestión de precios, si tomamos como ejemplo el “compost de pescado fino”, encontramos que la bolsa de 5 litros cuesta $130; de 10 litros $250; de 30 litros $450 y el metro cúbico (1000 litros) cuesta $7000.
Una de las particularidades de esta empresa público privada es que la producción no depende de la venta sino del compromiso asumido para procesar el 100% de los desechos de pesca de La Paloma. “No paramos en todo el año porque no depende de la venta, sino de lo que se pesca”.
Actualmente el producto se puede encontrar en puntos de venta de Rocha, Maldonado, Montevideo, Paysandú y Salto. El objetivo de la empresa es vender en todo el país y, para esto, desarrollar una cartera de productos más variada, también a base de materiales orgánicos. De hecho, en su catálogo ya cuenta con una línea de fertilizantes líquidos, insecticidas o fungicidas naturales, sin químicos.
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