InfoNegocios conversó con Martin Litwak, abogado argentino y experto en fiscalidad y planificación patrimonial, acerca del aumento que ha habido al respecto de consultas legales sobre el manejo del patrimonio -dado por múltiples factores como la inestabilidad política, la inseguridad jurídica y las frecuentes crisis económicas-. Entorno al manejo del dinero por parte de aquellos que tienen algún tipo de bien existen según el experto 5 principales mitos.
El primero radica en atribuir que la planificación patrimonial es solo para ricos; “esto es falso ya que solo basta con poseer algún bien o activo para poder planificar. Las herramientas de estructuración sirven para cualquiera que quiera proteger esos bienes, mitigar riesgos, lograr privacidad o reducir cargas impositivas, entre otros fines”.
El segundo conlleva a la aseveración de que aquellos que estructuran su patrimonio buscan evadir impuestos; “Falso. Si bien uno de los objetivos de la planificación puede ser reducir las cargas impositivas, no es el más habitual ni es siempre posible. La estructuración patrimonial puede resolver cuestiones sucesorias (para saber quién va a heredar cada bien), de organización del patrimonio (para resolver temas vinculados a ensambles familiares,dependencia económica, problemas de salud) y también definir consecuencias tributarias”. El tercero atribuye la pérdida del control de los bienes al planificar, a lo cual también aseguró falsedad, dado que si bien hay estructuras patrimoniales muy puntuales donde eso ocurre; son las menos y aplica en casos específicos. En general, con la estructuración de patrimonios no se pierde el control de los bienes. Por eso es importante asesorarse bien, con especialistas, antes de planificar”.
Al tiempo que los últimos dos, hablan sobre el dinero en tierras extranjeras:
“Trasladar parte de mi dinero al exterior es ilegal: Falso. Poseer activos propios en otros países no afecta la legalidad de la estructura, y puede en ocasiones ser beneficioso por la seguridad jurídica y desde el punto de vista impositivo”. Mientras que tener una sociedad en una jurisdicción offshore tampoco es ilegal, como se asegura muchas veces, ya que “ni es ilegal, ni está prohibido''. Los denominados ‘paraísos fiscales’ pueden ser beneficiosos por cuestiones de privacidad, seguridad jurídica e incluso –no en todos los casos- de carga impositiva, pero su utilización no implica ilegalidad. Lo que puede tener consecuencias, en todo caso, es el dinero mal habido o la realización de una mala estructuración o la no declaración de esos bienes según corresponda en cada jurisdicción”, finaliza Litwak.
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