Sin ir más lejos, Montevideo fue en varias ocasiones finalista del Smart City Award, un congreso mundial de ciudades inteligentes e innovación en el que se postularon más de 450 ciudades para la premiación y tan sólo 6 obtuvieron su lugar en la final.
El Smart City Award es una premiación que distingue el desarrollo y la aplicación de soluciones tecnológicas a la gestión, así como estrategias de convivencia. Ahora bien, ¿qué es lo que hace posible todo su avance y por qué Montevideo supera a otras ciudades latinoamericanas en el ranking?
Un conjunto de acciones son las responsables de tal mérito. Entre estas, el incentivo al uso de vehículos eléctricos y la renovación de la flota de transporte público por vehículos de esta tecnología, la posibilidad de implementar el servicio de autos compartidos y el desarrollo o puesta en marcha de aplicaciones que mapean todos los servicios de movilidad disponibles en la ciudad para que los ciudadanos tengan fácil acceso.
También, junto con el Departamento de Movilidad, y con el objetivo de universalizar la utilización el uso del transporte público metropolitano, se incorporaron nuevos medios de pago (por ejemplo, pospago con más tarjetas de crédito), se promovió un sistema de discriminación de precios para usuarios frecuentes y se aumentaron los puntos de venta y recarga, ítems que colaboran con el camino hacia la prosperidad de Montevideo como cuna latinoamericana de la innovación y la sostenibilidad.
Aplicaciones como Uber, Cabify, o Vaven - que están disponibles para solicitar vehículos online y realizar viajes por toda la ciudad - también colaboran con la tecnologización de la ciudad, mientras que plataformas como Ualabee permiten integrar algunos de estos servicios junto al transporte público, en un mismo lugar, y mostrarle a sus usuarios diferentes alternativas de viaje hacia un mismo punto para que elijan la de su preferencia y potencian aún más la experiencia innovadora al usuario.
Ya vemos entonces, cómo la tecnología es un factor clave para fomentar y potenciar la movilidad sostenible, que no sólo impacta en el medioambiente, sino que también en la comodidad y eficacia de los traslados. Asimismo, un Estado presente en materia de movilidad que ponga en marcha planes y objetivos a cumplir relacionados a la temática, junto con la educación de la población para su adopción, son hechos de igual importancia que tienen que llevarse a cabo para cumplir los requerimientos para ser una Smart City.
Todo indica que Montevideo lo será pronto, pero ¿podremos verlo con nuestros propios ojos?
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