Según datos de diversos informes, actualmente la forestación es el segundo rubro de exportación de Uruguay, alcanzando una cifra de US$ 2.200 millones al año, lo que supone un 3,6% del PBI. El sector, que emplea a 25.000 personas en puestos directos e indirectos, carga con una “mala fama” producto de prejuicios y mitos vinculados al medio ambiente, el agua o el deterioro de los suelos. Sin embargo, hay estudios internacionales que comprueban que el agua no es un problema para Uruguay y que no hay nada de cierto acerca de que los suelos forestales queden degradados.
Ahora bien, en términos de negocio, la forestación en Uruguay, el hecho de plantar eucaliptos para alimentar a esos grandes castores que son las plantas procesadoras de celulosa, se posiciona como una gran oportunidad, “sobre todo para fondos de inversión con un perfil más conservador, ya que más allá de la rentabilidad, apuestan por la estabilidad, la seguridad que da Uruguay”, dijo Raúl Pazos, asesor en Rica Consultores.
Según el especialista en negocios y asesoramiento a directorios de empresas nacionales y multinacionales, tener una cifra concreta de cuánto dinero puede llevarse un inversor que apueste por la forestación es difícil por sus variables, “pero sí podemos decir que para darle de comer madera a las plantas de celulosa, para la escala de producción que hay que tener, deben hacerse inversiones de un mínimo de US$ 3 millones”, agregando que “la ventaja de invertir en eucalipto en Uruguay es que tiene tres mercados garantizados”.
En este sentido, el asesor en Rica Consultores dijo a InfoNegocios que Uruguay ofrece como mercados la planta de UPM, la de Montes del Plata y un importante número de empresas que se dedican al chipeado de madera que luego termina en exportación.
Pazos recordó que entre planta y logística, las inversiones generales para el sector han sido de US$ 5.000 millones, por eso abastecer de madera a las procesadoras de celulosa es un negocio que en Uruguay tiene muchas oportunidades, “primero porque el clima del país es ideal para plantar eucalipto, también por su edafología y por su nivel de crecimiento comparado con otros países productores, como Australia”.
Pazos remarcó que “para obtener una tonelada de pulpa de celulosa se necesitan entre 5 y 7 toneladas de madera, por eso el crecimiento es importante y Uruguay en esto tiene una enorme ventaja, ya que es posible tener una primera cosecha a los 8 años de plantado el eucalipto, mientras en otras latitudes demora hasta 15 años”.
Para quienes quieran invertir en el campo, sostiene el asesor en Rica Consultores, la forestación es sin duda “un buen negocio, porque te permite hacer contratos de largo plazo y de abastecimiento con empresas que ya se dedican a esta industria y exportan la mercadería a otros países, sin contar la valorización de la tierra y las exenciones tributarias que existen”.
“Además -enfatizó Pazos-, invertir en eucalipto en Uruguay genera una tasa de rentabilidad entre el 6% y 7%. Esto, en un país que garantiza estabilidad, es interesante”.
Para terminar, Pazos dijo que lo más importante en este negocio es la logística, “algo impresionantemente preponderante, porque a diferencia de la producción ganadera, por citar un ejemplo productivo que también se da en el campo, los árboles no caminan, y cargarlos, trasladarlos y otra vez descargarlos hasta su destino final encarece los procesos”.
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