En apenas cuatro años, Alma Cosmética —la marca fundada en 2021 por la química y magíster en Cosmética y Dermofarmacia Alfonsina Laca y la contadora Lucrecia Claveri— alcanzó un hito impensado cuando empezaron: su primer millón de dólares de facturación anual. El dato económico viene acompañado de una curva de crecimiento que pocas startups logran: 1.000 pedidos en 2023, 5.000 en 2024 y un cierre de 2025 con 25.000 pedidos, impulsados por un modelo que combina cercanía, comunicación constante y una fuerte apuesta en publicidad digital.
“Nuestro propósito desde el día uno fue crear una cosmética simple, efectiva y disfrutable”, indicó Claveri a InfoNegocios. Esa filosofía —rutinas cortas que se adaptan a cada persona y no al revés— es aún la base del negocio. De hecho, con el uso de dos o tres productos, la marca promete rutinas completas y resultados visibles con un mes de uso constante.
De casi cerrar a multiplicar por 25: el poder de aprender a comunicar
Aunque los productos de Alma son prácticamente los mismos desde el inicio, la gran transformación vino por otro lado: la comunicación. “Estuvimos dos años y medio sin saber comunicar”, admite Claveri. La timidez inicial para mostrarse ante cámara o recomendar sus propios productos casi las lleva a cerrar la empresa a los tres años.
Ese punto límite fue el quiebre: “O cerrábamos o salíamos a comunicar”, recuerda la cofundadora. Decidieron probar durante tres meses un cambio radical: menos foco en ingredientes y más en transmitir el disfrute, el autocuidado, brindar acompañamiento y mostrar resultados reales. Empezaron a publicar fotos de antes y después de clientas, reseñas, explicaciones simples y videos diarios mostrando cómo usar cada producto.
El contenido funcionó. En 2024 las ventas se multiplicaron por cinco. Y este año vivieron un boom aún mayor, apoyado en su presencia permanente en redes. “Hay días en que publicamos hasta cinco piezas entre reels y carruseles. Es lo único que no delegamos”, afirma Claveri.
Inversión fuerte en Instagram y exposición personal
La estrategia digital se complementa con publicidad paga sostenida, particularmente en Instagram. “En promedio invertimos US$ 30.000 mensuales en redes sociales, pero podemos llegar a invertir hasta US$ 50.000 en un mes”, reveló la emprendedora.
Esto permitió atraer nuevas audiencias y mantener un nivel alto de visibilidad. Pero la clave estuvo en mostrarse: las fundadoras son la cara de la marca.
“La gente necesita vernos muchas veces antes de decidirse por probar el producto. Por eso estamos todo el tiempo presentes, haciendo videos y vivos”, explicó Claveri.
Asesoramiento uno a uno: el diferencial que sostiene la recurrencia
A medida que la comunidad crecía, también lo hacía la necesidad de acompañamiento. A inicios de 2024, Claveri y Laca todavía respondían consultas por WhatsApp. Hoy, Alma cuenta con un equipo de atención al cliente de cinco personas, exclusivamente dedicado a asesorar.
El proceso es personalizado: las clientas envían fotos, describen su rutina, cuentan sus objetivos y reciben una propuesta a medida. “La mujer uruguaya no tiene una guía y muchas veces no sabe cómo usar los productos”, comentó Claveri. Esa cercanía impulsa la fidelización.
El resultado: un 40% de recurrencia, una cifra alta para una marca joven en el rubro cosmético.
Campañas masivas y picos de ventas que desbordan
El crecimiento acelerado también puso a prueba la operación. La marca terceriza la producción en un laboratorio autorizado por el MSP y la logística en un operador especializado. Aun así, los picos de ventas generaron desafíos.
El ejemplo más extremo fue la campaña “CyberAlma”, donde en solo hora y media vendieron 3.600 pedidos, agotando la mitad del catálogo. “Colapsó todo. Teníamos estimada una venta alta, pero no tan rápida”, señaló Claveri. Tardaron 10 días en completar las entregas.
A eso le siguió el Black Friday, donde ya mejor preparadas, sumaron otros 3.000 pedidos.
Lo que se viene
Mientras consolidan su comunidad y profesionalizan procesos internos, el objetivo es claro: seguir creciendo y convertir a quienes llegaron por una promoción en clientes recurrentes durante todo el 2026.
La fórmula combina tres elementos que parecen simples pero no lo son: contenido constante, exposición genuina de las fundadoras y acompañamiento personalizado.
“La experiencia del cliente es todo. Desde la asesoría hasta el momento en que le llega el pedido”, concluyó Claveri.
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Sergio Peteco :
FANTÁSTICO!!! FELICITACIONES, Y A SEGUIR!!!