Se trata de un aparato que rastrea en todo momento la localización de la carga y su temperatura, lo que permite controlar mejor la mercadería y evitar robos en el camino.
En contra de sus intenciones, las empresas dedicadas a la comercialización de mercadería que necesita frío para ser transportada muchas veces se encuentran con que la cadena de frío se perdió en el camino, o con que el producto directamente no llegó a destino. Hasta ahora, los contenedores o camiones portaban un aparato en el interior que, una vez el destinatario recibía la mercadería, brindaba un informe de cómo se había mantenido la temperatura durante el trayecto. Precisamente, ese es el problema: solo era posible saber si había ocurrido algún problema una vez que el producto, ya echado a perder, llegaba al punto final.
Con el fin de buscar una solución, Kuehne + Nagel comenzó a traer este año Locus Traxx, un aparato como el que se usaba hasta ahora, pero que permite que se monitoree tanto la temperatura del contenedor como de su localización en tiempo real. Según nos explicó Mario Noceti, Seafreight Manager de la firma alemana, es un producto que se vende muy bien en Europa y, por la preocupación que estaban teniendo los clientes locales, es muy importante la inclusión de esta nueva tecnología en el mercado regional. “Un cliente me comentó hace poco que en el año le habían robado tres camiones con carne en Chile”, nos contó. Es que en zonas del país trasandino y también de Argentina, hay bandas de delincuentes que ya tienen armada una logística mediante la cual detienen a los camiones, roban la mercadería y la colocan en heladeras para poder venderla en mercados populares. “Ponele que con cada camión el cliente pierde unos US$ 150.000”, agregó Noceti.
Si bien Locus Traxx funciona como una alarma en una casa —es decir, que una vez que el ladrón está adentro, tiene tiempo de robar hasta que la seguridad o el dueño de la vivienda lleguen —, al tener una célula fotovoltaica que capta la luz si se abre el contenedor, envía un aviso a la empresa dueña de la mercadería sobre el lugar exacto en donde se detectó una irregularidad. Con el aparato más viejo, solamente es posible saber si hubo una interrupción en la cadena de frío al final del recorrido, pero no determina en dónde.
Locus Traxx tiene un costo de US$ 125, que contrasta con los US$ 50 del otro aparato. “Pero la relación costo-beneficio es mucho mejor con el nuevo producto porque puede ayudar a que no se pierda una cara de US$ 300.000 a Europa, por ejemplo, y además al bajar los siniestros, la póliza de los seguros es más barata”, explicó Noceti.
Hasta ahora, Kuehne + Nagel lleva vendidos entre 50 y 100 Locus Traxx y la semana pasada recibió un segundo embarque. “La venta ha superado nuestras expectativas”, concluyó el Seafreight Manager de la firma.
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