Los primeros conciertos de la nueva gira de Daniel Drexler fueron presentados en Uruguay, Argentina y Brasil: el estreno fue en Montevideo con sold out en la Sala Zavala Muniz, luego la gira fue presentada en São Paulo y Porto Alegre y más tarde cayó a Buenos Aires.
En el verano el concierto fue presentado en La Paloma, Cabo Polonio y Punta del Este y ahora que llegó 2023, Drexler seguirá presentando “La voz de la diosa Entropía” en Uruguay, Argentina, Brasil, México, Chile y España.
“La voz de la diosa Entropía” es el noveno disco del artista y se trata de una colección de canciones en las que el uruguayo viaja entre la música del Río de la Plata y el pop, entre la calma y el caos, entre las relaciones humanas y la metafísica.
A lo largo de ocho sensibles composiciones propias, donde hay candombe, reggae, pop, minimalismo y arreglos orquestales, Drexler va con absoluta naturalidad del baile a las dudas existenciales.
“La voz de la diosa Entropía” cuenta con la participación especial de Kevin Johansen y del brasileño Vitor Ramil. El nuevo concierto propone una puesta escénica en la que el artista explora -por primera vez- la dimensión teatral.
“La ciencia tiene grandes leyes que conforman una especie de Olimpo de dioses modernos que rigen el universo. Entre todas esas deidades, hay una que me perturba particularmente, una ley que la mayoría de los científicos y filósofos considera la ley suprema, la única que no aceptaría discusión: la ley de la entropía, que hace referencia a la tendencia natural al desorden, al caos, a la ausencia de estructura. Existe una gran corriente subyacente a todo lo que existe que lleva todo, absolutamente todo hacia el desorden”, apunta Drexler.
“Frente a esa poderosa, omnipresente fuerza, la vida aparece como una gran oponente, una gran generadora de orden, un titánico rival de la diosa entropía... la molécula de ADN es una incansable formadora de estructuras ordenadas, complejas, que permiten la maravilla de la existencia de algo tan complejo como un ser vivo. Lo logra con un éxito notable, pero también con un esfuerzo extenuante. Yo no digo que no sea importante hacer el esfuerzo diario por ordenar nuestro entorno, por ser felices. Pero me parece fundamental no olvidar que a pesar de la muy digna pelea que damos contra la entropía, al final siempre, inexorablemente, vamos a perder”, sostiene el artista.
Entendamos y aceptemos que vamos a dar batalla con alegría, con cariño, con amor. Vamos a bailar todo lo que el cuerpo nos permita, pero al fin de este baile que es la vida, la única voz que se oirá será la voz de la diosa entropía.
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