En la mayoría de los casos, los fondos de inversión globales con riesgo acotado no han podido superar el 6% de tasa interna de retorno (TIR) en dólares en el último tiempo. Esto se explica por la baja generalizada de precios en bolsa del año pasado. “La TIR en dólares para Campiglia Pilay es del 9,9% en el supuesto que el fideicomitente se quede hasta el final del plazo contractual. La diferencia se explica en la baja de los precios de bolsa y a la rentabilidad que asegura el sistema a aquellos inversores que tienen visión de largo plazo. Esto se puede corroborar en la calificación de Care que pueden encontrar en nuestra Web”, nos contó Vigo.
Desde la empresa afirmaron que tanto los fondos de inversión globales como su propio sistema tiene pros y contras, aunque la ventaja la lleva el de Campiglia Pilay. Es que si bien los fondos mutuos son sensiblemente más líquidos, tienen una multa asociada a la salida del producto en los primeros años. Sin embargo, el Sistema Pilay implica la inversión en bienes tangibles, mientras que los otros fondos lo hacen en productos financieros intangibles, lo que representa un mayor riesgo para el inversor. Al apostar en Campiglia Pilay, las personas pueden ver el crecimiento de sus inversiones en la acumulación de ladrillos, es decir, en el avance de las obras.
Por otra parte, Vigo explicó que el sistema que ofrece la empresa que gerencia cuenta con un gran punto a favor: “tiene más de 30 años en la Región superando las más diversas crisis, y la figura del fideicomiso garantiza que los aportes se encuentren en un patrimonio independiente del administrador, lo que asegura una protección mayor al inversor”.
En cuanto a los riesgos, Campiglia Pilay considera que su producto enfrenta peligros a niveles bajos que pueden ser controlados a tiempo. Esto se debe a que los ingresos y egresos más relevantes están previstos en la misma moneda en que los fideicomitentes realizan los aportes, aunque hay que tener en cuenta que hay un porcentaje del costo constructivo bajo que depende de la evolución del tipo de cambio. “El ajuste en la cuota que se indexa con el Índice de Costos de la Construcción mitiga dicho riesgo por estar comprendidos estos bienes en la canasta de precios. Por eso este riesgo es prácticamente inexistente”, indicaron desde la compañía.
Por último, el gerente General de Campiglia Pilay dijo que el riesgo de incumplimiento es muy bajo. El principal problema puede estar si el fideicomiso no puede cumplir con su obligación constructiva, pero por esa razón semestralmente se presenta un informe auditado en el Banco Central del Uruguay (BCU), en el que se simula que se deja de vender con el fin de demostrar que el sistema está en orden. “Esto genera un nivel de control muy poco común en plaza, lo que se suma a que todo se invierte en bienes tangibles en Uruguay”, finalizó.
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