En la carta encontrás todo tipo de variedades: desde una tortilla de papa, hasta una causita de salmón o unas mollejas con salsa de ostras y mostaza. La ambientación y la atención es de primera y la opción de sentarte en la barra si vas de a dos no falla. Lo sigue un menú armado de manera particular. En cada plato se detalla: si es veggie, si tiene huevo o harina, cual es su cocción y hasta su peso.
Un aplauso sincero para este lugar que siempre me ofrece la calidad que exijo.
NO TE PODÉS PERDER: la ensalada de pulpo, el cornete de atún y el huevo frito con espuma de portobello.
TIP: la carta cambia constantemente así que no vale enojarse si algún plato que te fascinó una vez no está la próxima. Recomiendo además reservar, el lugar no es grande.
Dirección: Cerrito 499, Montevideo. Barrio: Ciudad Vieja.
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