... duplicado en los últimos cincuenta años, y podrían aumentar en un 30% adicional para 2050, si no se lleva a cabo un esfuerzo mayor para reducirlas.
Es la primera vez que la FAO publica sus propias estimaciones globales de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU, acrónimo en inglés de agriculture, forestry and other land use), contribuyendo al próximo Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
Las emisiones agrícolas procedentes de la producción agropecuaria crecieron desde 4.700 millones de toneladas de equivalentes de dióxido de carbono en 2001, a más de 5.300 millones de toneladas en 2011, un aumento del 14%. El incremento se produjo principalmente en los países en desarrollo, debido a la expansión del total de la producción agrícola.
Mientras tanto, las emisiones netas de GEI debidas al cambio de uso del suelo y la deforestación han registrado una disminución de casi el 10 por ciento en el período 2001-2010, con un promedio de cerca de 3.000 millones de toneladas de CO2 eq/año durante esa década. Ello resultó de la reducción de los niveles de deforestación y el aumento de la cantidad de carbono en la atmósfera secuestrado en muchos países.
Calculadas en promedio durante el período 2001-2010, las emisiones AFOLU pueden desglosarse de la siguiente manera:
5.000 millones de toneladas de CO2 eq/año de la producción agrícola y ganadera
4.000 millones de toneladas de CO2 eq/año de la reconversión forestal neta a otras tierras (un sustitutivo para la deforestación)
1.000 millones de toneladas de CO2 eq/año de turberas degradadas
200 millones de toneladas de CO2 eq/año por la quema de biomasa
Además de estas emisiones, se han retirado de la atmósfera unos 2 000 millones de toneladas de CO2 eq/año durante el mismo período de tiempo, como resultado de la captura de carbono en sumideros forestales.
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