La economía china ya crecía al ritmo más bajo de los últimos treinta años antes de que apareciesen los primeros informes del brote en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. Desde entonces, el Gobierno chino ha sometido una docena de ciudades a cuarentena, ha cerrado escuelas y negocios, y ha restringido el tráfico en las regiones afectadas.
En este panorama uno de los principales sectores afectados es el automotriz, desde Tesla a Renault pasando por Fiat Chrysler y Volkswagen, la mayoría de fabricantes con presencia en China han tenido que detener la producción y cerrar fábricas durante días, de acuerdo a las órdenes del Gobierno del país.
La nueva Gigafactoría de Tesla, en Shanghái, se ha estrenado con mal pie: ha estado cerrada desde el 29 de enero, casi un mes después de que se identificara al coronavirus como una amenaza para la salud.
la fábrica de coches eléctricos volverá a abrir hoy y con la ayuda del Gobierno de Shanghái. Tesla ya había advertido de que se producirían retrasos de más de una semana en la producción del Model 3 como resultado de la epidemia.
De no mediar un cambio se prevé que se produzcan 1.7 millones de autos menos que lo proyectado para este año.
Las acciones de estas compañías han sufrido retrocesos en sus precios a medida que estas noticias se dan a conocer.
De todas maneras, los mercados están revirtiendo rápidamente las perdidas generadas por el virus chino, a tal punto que en la jornada de ayer los índices americanos volvieron a marcar nuevos máximos, el S&P500 supero cómodamente los 3300 puntos el Dow Jones nuevamente cercano a los 30.000 y Nasdaq superando los 9700 pts.
El sentimiento inversor sigue siendo positivo, estos retrocesos puntuales disparan oportunidades de compra que los inversionistas capitalizan rápidamente. En este escenario, el mercado estará expectante a que las autoridades sanitarias puedan controlar la expansión del virus y su impacto. De darse el caso contrario podrían verse retrocesos generales en función del peso del gigante asiático en los mercados globales.
China es el mayor productor del mundo, hasta el punto de que en torno a 130 empresas chinas están presentes en el ranking global 500 de Fortune. Prueba de ello es que tiene más de 2,8 millones de fábricas repartidas a lo largo y ancho de su territorio, 22.009.092 entidades legales y que su producto interior bruto en 2019 fue de 14,3 billones de dólares (trillones de dólares estadounidenses).
En resumen, tiempo de cautela para los inversores mas conservadores y oportunidades para los mas arriesgados que buscan retrocesos para comprar barato en función del impacto de estos eventos en los precios de acciones, divisas y commodities.
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