Comenzó siendo un sueño compartido entre madre e hijo, creció rápidamente gracias al trabajo y así, en 2017, con pasión, esfuerzo y dedicación, Carolina Rivero se transformó en una marca de cueros 100% nacionales que actualmente llega a todos los rincones de Uruguay.
Desde billeteras a carteras, pasando por chalecos y materas, la marca sanducera produce y comercializa más de 8.000 artículos por mes y, su paso por la última edición de la Rural del Prado, significará un salto en estos números, ya que allí Carolina Rivero no solo arrasó en ventas —alcanzó un récord de 30.000 dólares en solo una semana— sino que también recibió propuestas para expandir la marca fuera de fronteras.
Johnny Romero, cofundador y gerente comercial de la firma, no oculta su orgullo al contar lo que está viviendo.
“¡No sabés lo que fue el Prado! Gente haciendo cola para comprar. Gente volviendo al otro día porque nos habíamos quedado sin stock. Terminamos agotados, pero con el corazón lleno”, dice Romero, agregando que “lo mejor de todo es que lo hicimos siendo fieles a nuestra esencia: diseño propio, producción 100% nacional y un equipo que la rompe”.
Taller con alma y energía
La marca Carolina Rivero tiene su corazón en Paysandú, donde con un equipo de 10 personas trabaja todos los días en un taller que Romero describe como “una bomba de energía”.
“Todos tiramos para el mismo lado, algo fundamental porque es una sinergia que sostiene el ritmo y nos permite cumplir y seguir creciendo. La verdad que hoy estamos donde soñamos estar”, sostuvo Romero, hijo de Rivero.
Diseño, identidad y cercanía
La clave del éxito de Carolina Rivero está en combinar diseño con cercanía. Cada pieza se fabrica con detalles cuidados, materiales de calidad y un estilo que conecta con el público uruguayo: urbano, funcional, pero con carácter.
La marca también se destaca por el vínculo con su comunidad: a través de las redes sociales, los clientes son parte de cada paso del proceso y ese boca a boca fue lo que generó que hoy, desde Ecuador, Paraguay, Argentina y Estados Unidos, estén consultando para tener allí la marca, ya sea a través de la importación de productos o bien desde la apertura de locales.
“No queremos crecer por crecer –dice Romero–, queremos hacerlo bien, cuidar la marca y seguir haciendo que cada producto que lleve el sello Carolina Rivero tenga esa energía que nos trajo hasta acá”.
En suma, desde el interior del país, con esfuerzo, talento y un equipo comprometido, Carolina Rivero no solo es sinónimo de cuero 100% uruguayo, sino también de autenticidad, ya que los diseños son exclusivos de Rivero y ella misma se encarga de sentarse en la máquina de coser del taller.

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