Luciana Reif, 2 poemas 2

Me levanto de mi cama, tu cara sigue asfixiando la almohada
como si quisieras descubrir un mundo subterráneo
debajo de mis sábanas, y escurrirte por allí,
desvanecerte hasta volver la siguiente noche a encontrar
mis muslos entre tus manos
que me aprietan y desvisten,
hasta dejarme sola con mi boca y el resto en tus labios Ayer de nuevo durante el coito, volviste a sumergirte
aunque te pedí que no lo hicieras, mientras tu mano derecha
jugueteaba con mis senos y me mantenía distraída,
empezaste a descender por las sábanas, el laberinto
que tejí para evitar tu escape fue en vano, en vano mencioné tu nombre y pedí que te quedaras (...)
El blog de Emma Gunst.