Gema Santamaría, Antídoto para una mujer trágica
“ya no más.
ni una sola vuelta que termine en el abismo
ni un solo fervor astillando el alma
tras el amanecer. nada queda.
olfateas las calles y reconoces el olor de tu sexo
colgando como pájaro equilibrista
en un cabizbajo cable de luz.
sin razón.
porque el sudor que se cocina en esas sábanas
porque el pequeño sol que revienta
detrás de esas persianas trastocadas
no te pertenece (…)”.
El blog de Emma Gunst.
Tu opinión enriquece este artículo: