“Si bien la ciudadanía ya contaba mayoritariamente con expectativas predominantemente positivas de gestión (52% consideraba en febrero que el actual gobierno realizaría una gestión buena o muy buena), desde su asunción este clima de respaldo se fortaleció aún más. Este “refuerzo” del vínculo positivo entre ciudadanía y gobierno, que se agrega al efecto “luna de miel”, se relaciona tanto a la llegada del COVID-19 como a la percepción ciudadana respecto a las políticas sanitarias implementadas y al desempeño de los principales referentes de gobierno”, dice el informe.
Por un lado, la crisis sanitaria potenció un clima de unidad nacional (“rally around de flag”) y el otorgamiento de un “crédito especial” al gobierno ante una amenaza externa, global y sorpresiva, según explican “En segundo lugar, la imagen de gobierno probablemente se vio reforzada por la evolución favorable de los principales indicadores de la pandemia”, dicen.
“Como han mostrado nuestros informes especiales sobre el COVID-19, Uruguay presenta comparativamente una baja tasa de mortalidad, un crecimiento lento y subexponencial de los casos, una tasa decreciente de tests positivos y ha sido hasta el momento capaz de controlar los focos problemáticos de contagio”, explican.
Datos adicionales marcan que en la actualidad el presidente Luis Lacalle Pou, junto a líderes como el secretario de Presidencia Álvaro Delgado y el canciller Ernesto Talvi, cuentan con un alto capital político por parte de la ciudadanía.
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