Mauro Aliskevich: “Es una empresa familiar y pasamos por muchos períodos, algunos muy buenos enfocados en el mercado interno y con producción propia, otros con desafíos para comenzar a exportar y también que las diferentes crisis nos golpeen fuertemente. Hoy nos definimos como una empresa de servicios que puede darle un valor agregado a la importación y comercialización de muebles de calidad para oficinas y también equipamiento para depósitos. Sabemos lo que significa fabricar, lo que puede necesitar una empresa y ahí es donde encontramos las mejores soluciones. Hoy además de Uruguay, abrimos un negocio en Buenos Aires para comercializar también estos productos”.
Diego Battistin: “Es un sector que demanda cada vez más especialización, las tendencias mundiales generan cambios y hoy cuesta en Uruguay conseguir mano de obra calificada. Asimismo, trabajamos fuerte en especializarnos cada vez más en dar un mayor valor agregado al servicio que es lo que nos diferencia frente a la competencia. Respecto a valores de productos para oficina hay un rango muy amplio, tenemos sillones personales desde US$ 150 hasta unos de US$ 3.000, depende mucho de lo que uno espere del producto”.
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