“Soy la cuarta generación de una empresa familiar con 96 años en el mercado y estoy al frente de sus operaciones. Nuestra actividad es la fabricación de embutidos y como derivados también entramos en la venta de cortes de carne de cerdo de pollo. El cambio de nuestra empresa fue hace cuatro años cuando inauguramos la nueva planta industrial que nos convirtió en la empresa de embutidos más grande y moderna del país y la única planta habilitada para exportar. Así, en los últimos cuatro años hubo un renacimiento de la marca”.
“Lo que perdimos en la pandemia fue el canal horeca: hoteles, restoranes, cantinas, el aeropuerto, las empresas de catering para casamientos y fiestas de 15. La gran mayoría de ellos estuvieron cerrados y fue una baja muy grande, fue lo que más nos golpeó. Nos vimos afectados por las faltas de reuniones familiares de tamaño, por la falta de previa de los partidos, la famosa picada que para nosotros es importante. Con la reducción de la movilidad las picadas desaparecieron”.
“Lo que subió mucho en el supermercadismo fue la parte de secos. Nosotros en los supermercados no tuvimos un crecimiento tan grande como el resto porque somos de la parte de frescos. Obviamente el retail fue importante para nosotros porque mantuvo gran parte del consumo, es la parte con la que estamos contentos”.
“Pasamos una temporada en el este pésima, muy mala en el retail. Arrancar un enero sin la fuerza del este no es lo mejor…Otro golpe duro fue la pérdida del carnaval. Es la actividad popular más grande de Uruguay, sigue siendo el evento que más entradas vende y más gente mueve y nosotros estamos muy asociados con el carnaval, somos su sponsor oficial e increíblemente no hubo carnaval”.
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