Con el producto ya posicionado, los emprendedores Andreína Machado y Diego Dubarry lograron una recolección durante la vendimia de 2021 de 24.000 kilos, por lo que ya proyectan el crecimiento de Vitanna, dentro y fuera de Uruguay.
“Hicimos una gran apuesta para este año y realmente hemos tenido buena demanda. Estamos llegando a todo el país a través de más de 250 puntos de venta”, cuenta Machado, quien con su esposo dieron inicio a la producción de la primera harina de vino en el país, luego de conocer sobre este producto durante unas vacaciones en 2018.
“Queremos seguir innovando en el tema de productos saludables. La harina de orujo o de vino, como se la conoce, es un superalimento. Y queremos seguir en este mismo camino de incorporar otros productos saludables, beneficiosos para la salud y acordes a la filosofía de Vitanna”, agrega y suma que están en análisis de los caminos para la exportación.
“Tenemos proyectado hacer una nueva planta de elaboración, con los requerimientos necesarios para la exportación y la capacidad necesaria para el crecimiento de producción.
El año pasado, la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) nos otorgó el premio al Emprendimiento con impacto del año 2020 y ahora estamos trabajando dentro del programa Pyme al mundo, con contactos interesados de Australia y Japón”, dice.
Qué es. La harina de vino es un producto 100% natural que se logra del orujo, Las principales formas de consumo es en jugos, licuados, sopas, etcétera, en cantidades diarias pequeñas.
La idea cierra desde todos los ángulos: Vitanna convierte desechos en un superalimento con alta demanda y ayuda a reducir emisiones contaminantes.
“En este proceso de economía circular, nosotros recolectamos el orujo y lo convertimos en harina. Hemos investigado y probado distintas formas hasta lograr mantener y aumentar la capacidad antioxidante que tiene este producto naturalmente. En Uruguay, la uva Tannat es la que se da más por excelencia y vimos también que es la que mejores propiedades tiene”, explica Andreína Machado.