Uno de los puntos álgidos del proyecto de ley es el principio de “responsabilidades extendidas” que da a los fabricantes y vendedores de esos equipos la responsabilidad del tratamiento de los mismos una vez que termina su vida útil. No existe, hasta el momento, un sistema organizado para la recolección, reciclaje, tratamiento y disposición final adecuados. Y aunque muchas sigan pasando de mano en mano o terminen en organizaciones sociales o centros educativos, la mayoría de las veces las computadoras se acumulan en oficinas (públicas sobre todo) y hogares. Más del 90 % de los materiales de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos puede ser recuperado y reciclado. Aproximadamente el 95% de una computadora puede ser reciclado, desde el disco duro y la memoria hasta la placa madre y sus pistas y cableado de oro y plata (sin monitor), así como el 92,5 % de celulares.
Unas 170.000 Ceibalitas pasarán “a mejor vida” entre 2011 y 2012 (¿y no se reciclarán?)
No hay cifras oficiales pero ya en 2007 se estimaba que por año se desechaban más de 100.000 computadoras que quedaban obsoletas luego de pasar de mano en mano. Y desde más o menos esa fecha hay un proyecto de ley que propone la creación de un sistema de gestión de residuos eléctricos y electrónicos pero que todavía no se aprobó. A esto hay que sumar las Ceibalitas que entre este año y el que viene comenzarán a quedar obsoletas. Cada una pesa aproximadamente 1,5 kg y tiene una vida útil estimada en cuatro años. Las proyecciones indican que entre 2011 y 2012 unos 170.000 de estos equipos serían desechados. Nota completa en el título.