En esa época fue difícil para Diego Bonilla y Débora Leivas llevar a cabo una cafetería. “Fue una etapa complicada. En su momento, la cafetería estaba en una zona difícil y todo era a pulmón. Los vecinos nos decían que no iba a funcionar y no funcionó”, recordó.
Sin embargo, esa experiencia fue lo que se transformó hoy en Valentino Catering, una empresa referente en el rubro que trabaja con más de 180 empresas, posicionándose en el mundo de la gastronomía corporativa.
En esa misma línea, sostuvo que cuando el apartamento ubicado arriba de la planta de elaboración de Valentino quedó disponible, no dudaron en alquilarlo para volver a crear una cafetería. “Siempre fue una parte muy importante de nuestra identidad”, resaltó Diego Bonilla en diálogo con InfoNegocios.
“Hablamos con el dueño y en menos de mes y medio ya estábamos abriendo. Fue un proceso muy rápido, también porque había que moverse: abrirlo y salir a la cancha”, agregó.
En tanto, subrayó que “no es lo mismo abrir una cafetería sin experiencia que hacerlo sabiendo a lo que uno se enfrenta”. Uno de los diferenciales es que, al tener abajo la elaboración, todos los días cuentan con productos frescos.
También, resaltó que las personas valoran más el café de especialidad. “Hay una encuesta que dice que el consumo de café va a seguir creciendo un 6% anual en los próximos años. La gente ya no se conforma con un café de máquina barato. Busca una buena taza, algo rico para acompañar y un ambiente cuidado. Y eso es lo que queremos ofrecer con Gallardia”, aseguró.
La propuesta gastronómica gira en torno al café de especialidad, con granos naturales tostados en Uruguay y preparados por baristas formados. “Estamos probando con varios tostadores locales. Nos gusta que la gente pueda conocer distintas propuestas. Moler el grano en el momento, cuidar la temperatura, servir con atención. Todo eso influye porque creemos que el momento del café es importante para las personas.”
En cuanto al estilo del lugar afirmó que es una ambientación con luz natural, materiales nobles como madera y hierro, colores intensos, acompañada de plantas. Además, ya empezó a transformarse también en salón para eventos. “A las dos semanas de abrir hicimos un cumpleaños para 40 personas. Nosotros pusimos el catering, el espacio, las bebidas, la torta. Ellos solo vinieron a disfrutar. Y nos dimos cuenta de que era una gran oportunidad para ofrecer una experiencia completa”, concluyó.