Florencia Yannotti no es orfebre, pero creó un emprendimiento especializado en alhajas o en lo que ella denomina como “joyería conmemorativa”, porque ofrece piezas únicas, personalizadas, en las que a través de la incorporación de elementos como cenizas, cabellos o tejidos, se preservan recuerdos significativos para las personas.
Dicho de otro modo, Yannotti –licenciada en Administración– creó con su marca Memora una oportunidad para transformar las cenizas, los pelos o las garras de una mascota en anillos, dijes o amuletos. De algún modo, Memora convierte las pérdidas en joyas y transforma el dolor o la tristeza en un objeto fino y delicado.
“Memora surgió en abril de 2024, cuatro meses después de la muerte de mi gato Milo”, dijo Yannotti a InfoNegocios, agregando que “estaba muy triste y quería tener un recuerdo conmigo siempre, pero no había nada en Uruguay que pudiera hacer, hasta que vi, por las redes sociales, que en Australia había alguien que hacía una joyería especializadas en encapsular recuerdos”.
Si bien Memora nació de una pérdida y el mayor volumen del negocio hasta el momento ha sido materializando recuerdos, la emprendedora sostiene que “las alhajas que puedo hacer no solo son de mascotas o vinculadas a la muerte, sino que las posibilidades son infinitas”.
En este sentido, Yannotti mencionó entre algunos de los trabajos “un dije con un trocito del árbol del patio de una escuela que las maestras le regalaron a una compañera que se jubilaba o bien, también un dije con un pétalo de jazmín del jardín del abuelo de la persona o incluso un dije con un trocito de una camisa que, según quien lo hizo, fue la que usó su padre cuando la tuvo por primera vez en brazos”.
Según la creadora de Memora, desde que comenzó a la fecha lleva más de 500 joyas realizadas, “el 90% entre dijes y anillos y el otro 10% amuletos, siendo la mayoría, el 80%, de joyas conmemorativas por fallecimientos”.
Yannotti remarcó que el trabajo que ella hace es el de la resina con el elemento de recuerdo o conmemorativo, mientras que las piezas de plata y oro –925, 9 K y 18 K, respectivamente– son elaboradas por un orfebre.
Los precios de estas alhajas varían según el material y tamaño, oscilando entre $ 2.990 y $ 4.290 para los anillos de plata en promedio, mientras que los de oro cuestan mucho más y los amuletos entre $ 490 a $ 890.