Para Olivera, el Club Social y Deportivo Huracán Buceo es como su hermano menor. Quien hoy ejerce como vicepresidente tiene 85 años, cinco más que la institución y desde 1947 que es socio. “Nosotros entramos acá en el 2014 a pedido de unos socios, porque el club estaba desmantelado deportiva, económica y ediliciamente. Lo iban a rematar en un mes porque tenía una deuda de más de US$500.000”, contó a InfoNegocios.
La actual dirigencia consiguió la salvación para evitar que la sede de la calle Velsen desapareciera: un grupo de inversores privados presentaron un ambicioso proyecto de US$4.000.000 que implicaba la construcción de un edificio de tres pisos. “La propuesta era que ellos administraran el complejo deportivo por diez años y que nosotros nos quedáramos con el 10% de los invertido”, explicó Olivera.
Si bien hace dos años que este proyecto está sobre la mesa, no ha quedado en el olvido. “Va lento porque se necesita un permiso especial de la Intendencia de Montevideo. Pero va a salir”, afirmó el vicepresidente —quien pidió mencionar a la escribana Silvia Pepe, una de las grandes responsables de las negociaciones —.
Una vez que las obras comiencen, el desarrollo llevará un año y medio. A partir de entonces, Huracán Buceo comenzará a buscar un segundo hogar. “Tenemos una materia pendiente: este club es muy lindo, pero no es social, no tenemos para que los socios vengan a jugar a las cartas o a hablar de fútbol. Queremos otro punto en el corazón del Buceo”, contó el vicepresidente de la institución.
En principio, la zona que está vista es la que está próxima al Liceo 30, en Propios y Rivera. Allí hay entre 6.000 y 7.000 m2 libres para instalar una sede en donde la gente de clase media pueda ir a realizar distintas actividades deportivas. “La sede de Velsen sería para otro público, porque se calcula que la cuota va a andar en los $2.000. Va a tener el mismo equipamiento que en ViaAqua y que Carrasco Lawn Tennis, porque son los mismos inversores”, dijo.
De donde no hay tan buenas noticias es por el lado del fútbol —“hay que aguantarse que la cosa viene brava”, dice el himno del club —. “Voy a hablar con franqueza, porque se está jugando con las ansias del hincha: no está definido que Huracán vaya a jugar el torneo todavía”, expresó Olivera.
Arte Fútbol es la empresa que se comprometió a hacerse cargo de la parte futbolística del club. Es más, hace un par de días, el encargado de Prensa de la firma, Álvaro Erroyzarena, dijo en diálogo con Rumbo al Ascenso que “en un 99,9% Huracán Buceo va a jugar el próximo torneo, sin dudas”.
Para parte de la directiva de la institución no parece ser tan así. “Es un mamarracho el acuerdo que se hizo. Se firmó un convenio a 30 días, mal hecho para el club, pasó el tiempo y esta gente (Arte Fútbol) no abonó”, indicó el vicepresidente.
Se llamó a aspirantes, ya están los jugadores, se realizaron las prácticas, amistosos, pretemporada, los hinchas están ilusionados, pero la realidad es que hasta que la empresa no pague —se requieren US$124.000 para la rehabilitación del club en el torneo —, Huracán Buceo no volverá a competir en torneos de la AUF.