Es innegable que las monodosis son prácticas, pero también suelen ser más caras, y en la mayoría de los casos hay que contar con la máquina que las procese.
En el negocio del café es dónde se percibe el crecimiento de la tendencia. En Estados Unidos y Europa son varios los “jugadores” que están creciendo año tras año a tasas interesantes, mientras en el mercado local, donde no abundan los datos precisos, es notorio el crecimiento del rubro arancelario: “Preparaciones a base de extractos, esencias o concentrados o a base de café” (en el que estaría incluidas las cápsulas), que marca que desde 2009, se multiplicaron por tres las importaciones. De acuerdo a las cifras que nos aporta el departamento de Inteligencia Comercial de Uruguay XXI, las importaciones del rubro pasaron de US$ 500 mil (y 90 mil kilos netos) a US$ 1.5 millones (y 214 mil kilos netos) entre 2009 y 2013. En lo que va del año, ya ingresaron al mercado preparaciones por US$ 800 mil. ¿La sociedad uruguaya está preparada para el consumo en monodosis?
Los hogares emergentes (unipersonales y mono-parentales) marcan la tendencia del consumo
Desde hace un par de años vemos cómo se incrementa el uso de cápsulas para café. Es una tendencia creciente que empieza a mostrar los cambios en el modo de consumir productos como este y otros alimentos (y bebidas). Hace poco, la famosa marca de sopas Campbell prometió paquetes de sopa en “cápsulas” monodosis, y en Europa causan furor entre los adolescentes las “bolsitas” con bebidas alcohólicas. ¿Les ves futuro en Uruguay?... (seguí, hacé clic en el título)