Almirati indicó que los agroquímicos no son la principal causa de la baja de la rentabilidad de la apicultura. Explicó que es un tema sumamente complejo, que no se puede plantear de forma lineal como plantean los allegados a dicho rubro. “Los insecticidas matan insectos y las abejas son insectos, tienen mayor o menor efecto dependiendo del uso”, aclaró.
La existencia de mercados cada vez más competitivos, como el de Alemania, buscan disminuir el precio que pagan por kilo de miel (analizando la presencia de glifosato por billón). Asimismo, la existencia de variedades de menor calidad de miel que la uruguaya inciden sobre el negocio del apicultor.
“Hay que apostar a la convivencia y regular. Tienen que tener claro en dónde poner las colmenas, teniendo en cuenta que las colmenas tienen un radio de acción de entre 2 a 3 km, y utilizar gps”, agregó Almirati.
Desde la perspectiva del secretario técnico, los agroquímicos (que, comprende, son sustancias peligrosas) tienen un efecto sobre este tipo de insectos. Están catalogados como: altamente tóxicos, moderadamente tóxicos y no tóxicos tanto para abejas, peces o humanos. Lo fundamental es seguir las instrucciones que figuran en la etiqueta en cuanto a la aplicación de la sustancia.
Se avisa a los apicultores de que se implementará un determinado producto y luego la responsabilidad deja de ser del productor. Almirati comprende que si los apicultores no retiran las colmenas de las cercanías de donde se utilizaron los herbicidas, una vez que se les notificó, corren el riesgo de que las abejas se vean afectadas. “Si ellos no retiran las colmenas, corren los riesgos. La tierra es tuya, el cultivo es tuyo, las abejas no son seres libres que andan por ahí, son seres que tienen una finalidad productiva”, dijo.
Dentro de las formas en las que los apicultores indican que el uso de herbicidas les afecta su producción, además de la acción directa sobre las abejas, señalan la eliminación de la maleza, la cual es necesaria para los productores de miel, pero cuya presencia afecta de forma directa en el rendimiento de la soja. “Apostar a que florezcan las malezas en los cultivos es apostar a perder la competitividad de estos. Es algo impensable”, expresó Almirati.
El Agr señaló que las abejas no le prestan un servicio a la soja, ya que polinizan muy pocos cultivos como los frutales de hoja caduca (cerezo, ciruelo, higuera, moral, peral, manzano, membrillo, albaricoque, damasco, duraznero), semilleros y algún hortícola. Mientras que la soja, el arroz, maíz y sorgo además de ser autógamos no necesitan abejas para polinizar.
“Son necesarias medidas de mitigación, precisamos la apicultura. Precisamos a los apicultores, de eso no hay duda”, finalizó.