La vuelta de tuerca de la Caja Bancaria.
A fines del año pasado la Caja Bancaria acumulaba un déficit mensual de US$ 4 millones para poder cumplir con las jubilaciones de 17.200 y pasivos, contando con sólo 12.700 activos. El problema se veía venir hacía tiempo y la caja estuvo pidiendo auxilio al gobierno durante varios años. A mediados del año pasado, el aire le daba para pocos meses con esa ecuación insostenible. Hoy, ley mediante, la caja ya no tiene déficit. Desde el 1 de enero amplió su cantidad de aportantes, incorporando más de 6.000 nuevos contribuyentes que antes aportaban al BPS y pertenecen a 132 empresas del ramo financiero. El próximo objetivo de los bancarios será intentar incluir dentro de la caja a los trabajadores de las redes de pago como Abitab y RedPagos, que son unos 6.000 más.