Con este escenario, el segundo país al que más le vendemos anualmente, seguramente nos complicará de alguna manera. Para entender lo que se viene desde Argentina consultamos a Alfonso Capurro, Gerente y economista de CPA Ferrere, quien destacó que “hay una preocupación general y es que la historia demuestra que estas crisis terminan teniendo efectos sobre Uruguay, en los años 2012-2014, por ejemplo, Argentina tuvo sus escenarios de estrés financiero y de incumplimiento que no necesariamente se trasladaron a Uruguay. Sin embargo, en 2001-2002 la crisis tuvo su contagio fuerte en nuestro país”.
En cuanto a los dos canales más relevantes por los cuales los problemas argentinos se van a sentir en Uruguay, Capurro destacó por un lado la actividad económica y por otro el efecto sobre el tipo de cambio. “En cuanto a la actividad económica creemos que hay efectos tangibles, porque Argentina hoy es un cliente importante de Uruguay. Si bien es cierto que le exportamos pocos bienes, producto del cierre y del proteccionismo que han implementado en la última década, sigue siendo la principal fuente de ingreso turístico en Uruguay. Considerando “bienes y turismo”, en 2017 le vendimos US$ 2.000 millones. Por su parte, a China le vendimos US$ 2.500 millones solo en bienes, por lo que es el principal cliente y Argentina el segundo”.
Otro factor es el desvío de comercio hacia Argentina, “que nos pegó en 2012-2014 por el dólar blue. Cuando Argentina está muy barato a su vez lo que pasa es que los uruguayos consumimos más en Argentina, pasó bastante en 2012-2014 y ya se visualizan los primeros síntomas en la frontera donde las distancias son muy chicas”.
Resumiendo, a corto plazo tenemos un contagio a través del mercado de cambios y seguramente vamos a tener efectos negativos sobre la actividad económica vía turismo y vía consumo. “Todo eso nos deja un escenario que creemos nosotros, de menor crecimiento para este año y el que viene, y si bien no estamos hablando de una recesión, estamos hablando de un periodo de crecimiento bastante moderado” concluyó Capurro.