A fines de 2014 en la industria financiera preocupaba el leve crecimiento del crédito al consumo dada la desaceleración de la economía —tal como continúa ocurriendo al día de hoy —y por ende su repercusión en el bolsillo de la gente. La inquietud radicaba en si las administradoras de crédito iban a tener margen para absorber la morosidad creciente. Pero, ¿qué terminó ocurriendo? ¿Es deudor el uruguayo?
De acuerdo a Hargain, sí, y se está portando un “poquito peor”. “Hay un empeoramiento que viene de fundamentos sociales como la educación y la cultura que se han deteriorado”, expresó. Es que según el gerente General de Pronto!, el uruguayo ya no tiene el mismo afecto por el cumplimiento de la obligación, como tenía hace unos años atrás, lo que complica a la hora de desarrollar una buena salud financiera. De cualquier manera, opinó que la morosidad está inducida por la propia industria.
“Nosotros hemos aumentado nuestro nivel de no. Hay que entender que, en esta industria, decir no es bueno para el cliente, porque a veces uno no puede afrontar la satisfacción de su necesidad”, señaló. Hoy en día, la administradora de crédito propiedad de Scotiabank está aprobando el 50% de la demanda que tiene. El guarismo es de 5,7 en promedio, por lo que de cada diez personas que solicitan un crédito, a unas cinco se les dice que no. “Tenemos la inteligencia para saber si las personas pueden, quieren y les conviene el producto financiero que solicitan y si lo pueden pagar. Las personas quieren solucionar sus problemas aquí y ahora y no piensan en mañana”, agregó Hargain.
Según explicó el gerente, en la empresa han aprendido que un mismo cliente se transforma en cuatro diferentes dependiendo de la situación: cuando necesita es uno, cuando pide es otro, cuando se le dice que sí es uno diferente y cuando tiene que pagar es otro distinto. “Ese conocimiento nos lleva a que le decimos que sí a muchísima más gente que el resto de la industria, pero cuando tenemos que decir que no, lo hacemos con la absoluta convicción de que es lo mejor”, dijo.
En la otra cara de la industria financiera están las tarjetas de crédito, las cuales no han percibido un aumento tan notorio de la morosidad. “Si bien ha subido algo en los últimos meses, todavía se encuentra en niveles muy bajos en términos históricos. Nuestros clientes han mantenido los niveles de consumo con sus tarjetas de crédito y prácticamente la usan como tarjeta de compra, ya que en su mayoría no financian”, nos contó el director de Banca Minorista y Marketing de Banco Itaú, Carlos Ham.
Por su parte, Marcelo Caig, el gerente General de Cabal, empresa que procesa las tarjetas de distintos emisores, dijo que aún no se está apreciando un crecimiento de la morosidad en el mercado financiero uruguayo. “Eso no quita que en el futuro, y en función del estancamiento que vive el país, haya que poner especial énfasis en el tema”, alertó.
El uruguayo está cada vez más moroso (Pronto! dice no a 5 de cada 10 pedidos de préstamos)
(Por Sabrina Cittadino) Mientras que las tarjetas de crédito celebran el buen comportamiento de los uruguayos respecto a la morosidad, la historia es opuesta a la hora de solicitar créditos al consumo. Pronto! aprueba nada más que el 50% de la demanda que tiene, ya que “el uruguayo se está portando un poquito peor debido al deterioro de fundamentos sociales como la educación y la cultura”, según nos contó el gerente General de la empresa, Álvaro Hargain.