El Italiano contra viento y marea (un gusto de una vez por semana)

(Por Ernesto Andrade) La firma especializada en pescados y mariscos, con su primer restaurante abierto en el año 2004 y el tercer local en marzo de este año en la rambla costanera de Solymar, sortea la ola y se mantiene en su nivel de ventas. El producto más vendido son las postas de pescado y todos los tipos de miniaturas.

InfoNegocios conversó con Enzo Tomé encargado de El Italiano, un restaurant cuya sede principal está ubicada en el Puerto del Buceo desde el año 1968 donde se vendían solamente productos frescos y que poco a poco fueron anexando locales, cuya tradición familiar se mantiene en cuanto a su forma de trabajo y la calidad de los productos. Según Tomé “por suerte venimos trabajando bien, no es más trabajo del que teníamos normalmente, pero es casi normal al que se venía presentando año a año”.
 


Consultado al respecto del último local abierto por la firma en la rambla costanera de Solymar, comentó que es una apuesta que se suma a la hecha también en el mercado Williman, pensando un poco cuando pase el tiempo complicado vinculado a la pandemia. 

“El local quedó muy bueno y cuando está lindo se trabaja muy bien. Cerramos los lunes y domingos de noche, mientras que en el Puerto del Buceo, abrimos todos los días, atendiendo tanto para llevar como para comer en el lugar” señaló Tomé.
 


Para el encargado, el nombre de El Italiano está muy bien visto, esto posibilitó arriesgarse a abrir el nuevo local hecho a medida, más amplio y moderno. 

En una posible comparación con el mismo período de tiempo del 2020, Tomé dijo que “el negocio se mantiene estable, ni mejorado ni empeorado y lo que más se vende es el pescado frito, miniaturas y postas”. 
 


Lo que se espera para el resto del año, es “mantenernos estables y seguir creciendo, con la pandemia mediante no pretendemos nada del otro mundo, sino continuar como estamos y si el 2022 viene mejor, será bien recibido. Estamos esperando que la gente pueda salir más y es claro que el movimiento va a depender muchísimo del nivel económico pero trabajamos con un público que se puede dar un gusto una vez a la semana o una vez cada quince días comer algo de nuestra carta". 

El patrimonio también se moderniza (con US$ 11 millones de inversión Rener creó Jardín Castellanos)

La casa que perteneció a Alejandro Gallinal Heber y Elina Castellanos Etchebarne, dos figuras relevantes del quehacer social y cultural del país en el siglo XX, cobró hace cerca de tres años un nuevo rumbo, convirtiéndose en Jardín Castellanos, un desarrollo inmobiliario llevado adelante por Estudio Rener. En diálogo con InfoNegocios, uno de los directores de la empresa de proyectos y construcción, Daniel Rener, dijo que el edificio ya cuenta con una comercialización del 60% de las unidades y que culmina sus obras para, en julio, entregas las primeras unidades.