Según Diego Friedmann, gerente general de Séptimo Cielo, la incertidumbre y desconocimiento inicial respecto a todo lo que pasaba alrededor del COVID-19 no disminuyó la pasión, el deseo y las fantasías de las personas, aunque sí significó en los primeros meses una caída en las reservas y ocupación del hotel.
“Al día siguiente del anuncio del primer caso de coronavirus en Uruguay, el 14 de marzo, lo que sucedió en Séptimo Cielo fue realmente una bisagra en el negocio, porque se derrumbó todo o casi todo. Trabajamos apenas con un 25% de ocupación. Es decir, la caída en plena pandemia fue del 75%”, sostuvo Friedmann a InfoNegocios, agregando que gradualmente fue mejorando la situación, entre abril y mayo, con una baja del 30%, “y ya desde junio podría decir que volvimos a trabajar prácticamente al 100%”.
El gerente general de Séptimo Cielo no minimizó el hecho de que, otras empresas del sector, están seriamente afectadas. “No ha sido fácil para nadie”, aseguró, remarcando que la estrategia que ellos se propusieron fue, como desde sus inicios, “salir a desafiar a las parejas a encontrar un lugar que altere sus sentidos para despertar otros, un lugar desde el que la ambientación, la música, la iluminación los transporte a una fantasía”.
Dicho esto, Friedmann hace un especial énfasis en señalar que en “Séptimo Cielo nos desligamos de la categoría denominada ?telo?, porque de algún modo siempre estuvo asociada a lo prohibido, a la trampa, a la infidelidad. En Séptimo Cielo no alentamos la infidelidad. Al contrario, apuntamos a que las parejas tengan un escenario nuevo, invitamos a que tengan una experiencia que en su casa no van a tener, por más piel que tengan”.
Con precios que oscilan, en las habitaciones de Fantasía Suprema, entre $ 1.890 la hora a $ 4.190 un turno ejecutivo nocturno con cena incluida -con check in a las 20 pm y check out a las 11 am-, Friedmann señaló que el top 3 de las habitaciones temáticas más requeridas son: en primer lugar 50 Sombras, luego Cesar Palace y finalmente Moulin Rouge.
“Sin duda la habitación estrella es 50 Sombras, posiblemente por todo lo que generó Cincuenta sombras de Grey, primero el libro y luego la película. De esa habitación llegamos a tener reservas con dos meses de antelación”, indicó el gerente general de Séptimo Cielo, agregando que cada vez son más las personas que se animan a experimentar deseos como lo hace Christian Grey con Anastasia en el cuarto de juegos.
“Desde que se ha naturalizado la fantasía sexual, la búsqueda de las distintas temáticas que ofrecemos es permanente”, dijo Friedmann, señalando que actualmente “hay 38 habitaciones en el hotel y no hay dos iguales”, como por ejemplo Arde Roma, Geisha, La Luna, Casanova, Cleopatra, La Cárcel, Mon Amour, Laberinto de Espejos, Zeus, Afrodita y 9 Semanas y Media, entre otras.
Según Friedmann, el promedio mensual de clientes que va a Séptimo Cielo es de 2.000 parejas, “lo cual nos da mucha satisfacción, porque nos permite seguir ofreciendo la mejor experiencia, con propuestas pensadas solo para el disfrute del cliente”.