¿Hace cuántos años que estás como socio en Grupo Edisur?
Hace 15 años, empezamos en el 2000 y vamos camino al año 16.
¿Cuándo fue que decidieron empezar a invertir en Uruguay?
En Uruguay fue hace aproximadamente ocho años, llegamos en el 2008 o 2009.
¿Cómo fue ese puntapié inicial?
La decisión fue porque había un mercado en Córdoba que se nos iba perdiendo, que era el hombre de campo que tenía su plata informal y nosotros no hacíamos cosas informales allá entonces empezó a buscar invertir acá en Uruguay. Esa fue la verdad del por qué empezamos y la otra razón fue porque Uruguay y Punta del Este nos apasionaba en ese entonces al igual que ahora. Nosotros, siendo una desarrollista muy importante en todo Córdoba logramos captar muchos cordobeses, es más, detrás nuestro vinieron otros desarrollistas cordobeses y el turista cordobés empezó a venir más a Punta del Este, a comprar propiedades acá.
¿Cómo fue el balance del año que pasó para Grupo Edisur en Argentina?
En Argentina estamos en una transición muy importante, el dólar se dignificó ahora pero el dólar que manejábamos era el dólar informal porque nadie accedía al formal salvo que exportaras o importaras y el argentino está dolarizado en su cabeza, o sea es dólar puro. Este nuevo gobierno de hace un año ha sido muy duro en cuanto a lo económico. Yo te diría que nosotros terminamos con un 20% menos de ventas pero el 2015 había sido extraordinario, habíamos tenido un 40% superior al 2014 que fue muy malo. Entonces fue un año de transición, a nuestro grupo no le afectó tanto, hay gente a la que le afectó mucho más, entre un 30% o 40% pero a nosotros no porque tenemos todo tipo de productos. Tenemos edificios, lotes, countries, oficinas, tenemos asociaciones con otros desarrollistas, entonces no nos afectó tanto. Si estás solamente con un mercado te afecta, pero si tenés todo el espectro inmobiliario no es tanto. En términos de ventas no fue un buen año, pero en términos de crecimiento este año ha sido extraordinario, estamos desarrollando 1.000 hectáreas, es muy importante. Y te diría que estamos pensando en ir a Mendoza, ir a Villa María, en términos de crecimiento este año ha sido muy bueno.
¿Qué expectativas tienen para este año con el nuevo gobierno? ¿Seguirá siendo un período de transición?
Hemos sido siempre unos optimistas, independientemente del gobierno de turno que esté, yo volví de Estados Unidos en el año 1994 así que me pasé todos los gobiernos y siempre crecí con los gobiernos, con el que sea. En cuanto al poder político argentino pienso que es bueno que haya una alternancia, es muy bueno, no esta polarización que tenemos del peronismo y el anti-peronismo. Creo que si este presidente nos une va a ser una buena presidencia, en lo económico ya mostró signos muy importantes, la confianza hacia la Argentina está dada en este blanqueo extraordinario. Sino la gente no hubiera blanqueado, así hubiera sido Macri o cualquier otro, es cierto que lo ayudó el contexto externo, pero yo tengo mucha esperanza en el próximo gobierno. Creo que ha sabido manejar lo político con las cámaras en minoría entonces tiene que dialogar sí o sí, que el argentino dialogue y se ponga de acuerdo es un milagro.
¿Cuánto llevan invertido desde que llegaron a Uruguay?
Y este edificio (Arenas del Mar Torre 2) es de 20.000 metros cuadrados así que fueron US$30.000.000 acá, después la tierra del otro lado fueron otros US$7.000.000. Debemos de estar superando los 30 millones sí.
¿Cuántos apartamentos quedan disponibles en Arenas del Mar?
A nosotros nos quedan disponibles 10 departamentos, al otro que fue medio como un asociado le deben quedar otros 10, así que serán 20 departamentos que quedan por vender aún, más o menos.
¿Tienen otros terrenos y proyectos además de las dos torres de Arenas del Mar?
Tenemos otro terreno en parada 6, es un terreno muy lindo e importante, es un proyecto de entre 20.000 y 23.000 metros cuadrados pero en estos últimos años, cada vez que venimos estamos por tomar fuerzas para empezar a construir y no lo hemos hecho. Recién escuchaba al intendente que decía que este año puede haber desgravaciones impositivas que ayuden a la construcción de proyectos, así que habría que volverlo a pensar, yo calculo que es momento para largar un Arenas del Mar III a fines de este año.
¿Qué tipo de proyecto sería?
Vamos a tener que volver a discutirlo porque nosotros lo habíamos pensado como para el público cordobés que es más austero, tiene menos expectativas, se conforma con un departamento quizás de 100 metros cuadrados no de 200 o 300, pero eso lo vamos a tener que volver a hablar, volverlo a madurar. Fijate que los departamentos que nos quedan acá sin vender son los más grandes y los más altos, los de una franja por arriba de US$400.000. Quizás porque no manejamos el público, porque acá en Punta del Este hay departamentos de US$500.000, US$1.000.000 o US$1.500.000 como si fuera nada, entonces se ve que somos nosotros los que no manejamos ese público particularmente.
¿Cómo ven desde Córdoba al mercado inmobiliario uruguayo? ¿En qué se diferencia del argentino?
Yo siempre digo esto: si Uruguay cruza para el otro lado del charco vamos a terminar de integrarnos, que nosotros no seamos los únicos que crucemos sino que el uruguayo cruce también. Cuando voy a la capital, el montevideano me parece lo más parecido al cordobés, la manera de pensar, todo, salvando las distancias ¿no? Muchas veces me invitaron a invertir en Montevideo, lo que pasa es que ahí te debés asociar sí o sí con alguien de Uruguay, nosotros tenemos la voluntad de hacerlo. Acá en Punta del Este sí podemos manejarnos sin una empresa uruguaya asociada, pero en Montevideo no, ojo que hay empresas argentinas que van y hacen en Montevideo, pero es lo que yo siento personalmente que tenés que ir a Montevideo asociado con alguien, así que invito por acá a alguna empresa uruguaya que quiera sumarse. (Risas). A nosotros nos gusta tratar al cliente, yo por ejemplo veraneo acá, podría no veranear en el edificio donde construimos ¿no? Pero me siento con mucha paz y mucha tranquilidad porque la mano de obra uruguaya es muy buena.
¿Cuáles son las debilidades que ven en el mercado uruguayo?
La mano de obra en la construcción es difícil desde el punto de vista sindical, pero desde el punto de vista laboral te diría que es superior a la argentina. Lo que nos empezó a pasar fue que hace tres años se estancaron las ventas cuando se dijo que se iba a informar acerca de las propiedades. Eso fue lo que nos paró, cuando ambos gobiernos se decidieron a informar las propiedades los argentinos pararon de comprar. Al parar la compra los precios se estabilizaron pero acá la mano de obra superaba la inflación, entonces eso creo que tiene que volver a nivelarse. Es difícil porque es natural que cuando empieza a subir la construcción empiece a tener más poder el sindicato, nos pasa también allá, no es algo solamente de Uruguay, el tema es que no supere la inflación porque sino no podés llegar a los precios, ese es el tema, no me meto en el bolsillo de la gente, pero sí hay que hablarlo. Hay que animarse a hablar de estas cosas porque a la larga terminan de hacerle daño a la gente. Entonces ¿cómo es ese balance entre el empresario y el sindicato para que no vayas a tener precios que no puedas trasladar? Es difícil.
¿Con qué empresa de construcción trabajan en Uruguay?
Trabajamos con una empresa excepcional que se llama Norte Construcciones, es una empresa ultra seria. Ellos se encargaron del trato con la mano de obra, nosotros no vivimos tan de cerca los conflictos con el sindicato, pero sí los conocemos.
¿Y en Argentina construyen ustedes o contratan empresas?
Allá en Córdoba hacemos asociaciones con algunas empresas que nos contratan y contratamos, o sea que también construimos nosotros mismos. En los años duros como han sido estos, los márgenes en Argentina también bajaron, creo que todos los argentinos nos tenemos que acostumbrar a que bajen los márgenes, lo que pasa es que ya estamos acostumbrados porque la inestabilidad es tan grande y las reglas de juego son tan cambiantes que podés pasar de tener un margen del 20% a tener 0%. Entonces todos los proyectos que uno piensa son a tres años y uno no puede pensar a tres años, los proyectos deben ser pensados a 10 años, por eso es muy difícil que un argentino invierta si no ve que recupera el dinero a los tres o cuatro años y no hay proyecto que económicamente te de eso.
A pesar de que nosotros hayamos dicho que acá en Uruguay tampoco hay estabilidad porque los salarios están por encima de la inflación, dentro de todo sí la hay, a diferencia de Argentina donde las reglas de juego cambian continuamente. Te diría que el ejercicio más grande de un empresario argentino es estar acostumbrado al cambio continuo de las reglas de juego.
¿Cómo funcionan allá los planes de financiación para adquirir una vivienda? ¿Hay?
No, en Argentina no tenemos financiación, han habido algunos planes pero muy chiquitos, el día que haya financiación va a cambiar abruptamente el mercado inmobiliario en Argentina. Nosotros como Grupo Edisur sí damos financiación pero no somos un banco, tenemos capacidad limitada, financiamos la tierra y la utilidad, es eso lo que podemos hacer. Tenemos un plan que se llama Plan Mío, que justamente es eso, vendemos lotes a cinco años, vendemos la vivienda propia. Lo que queremos dentro de Edisur es diversificarnos por eso tenemos una fábrica de ladrillos y otra de steel framing (construcción con acero), no te hablo de tener un centro propio de materiales porque competiríamos con gente que es de nuestro palo, pero sí les queremos dar importancia a estas dos fábricas porque nuestro sueño es darle todos los años (en el marco del Plan Mío) 1.000 casas a la gente en Córdoba. Estamos financiando a 15 años, pero soñá que el gobierno vuelva a financiar proyectos así, lo que pasa es que en el 2001 los bancos financiaron en dólares y les terminaron pagando en pesos entonces casi quebraron. La gente estaba feliz porque se desligó de la deuda pero hay que volver ahora al banco a convencerlo de que te preste a 10 o 20 años, es difícil, son grandes ganadores pero no se quieren fundir. Los bancos tienen que acompañarnos en el crecimiento de Argentina, porque la gran deuda que tiene el país es que la gente pueda acceder a tener su vivienda propia, no acceden tan fácil como acá. Acá tienen la ley de Vivienda Social donde te sacan el IVA y otros beneficios - cosa que me parece extraordinaria- allá habría que ver si el empresario realmente baja el precio aunque le saquen todo lo impositivo. Acá en Uruguay funciona la vivienda social, allá no creo, un departamento que te sale US$100.000 en Córdoba, el 55% es impuestos, entre aportes patronales, IVA, ganancias, entre todo tenés US$55.000 de impuestos que se lleva el estado, entonces es imposible la vivienda social. El argentino tiene que cambiar y si se genera una ONG o una fundación, el objetivo es una fundación no es una empresa escondiendo dentro de la fundación ¿me explico? Eso pasa mucho…