Desde sus inicios la empresa familiar asumió el compromiso de promover la inclusión social y tiene una larga historia con la fábrica de artículos en plástico. Su tendencia fue hacia el rubro del juguete, muñecas y bebotes de apariencia real. Fue creciendo la demanda y hoy es su principal proyecto.
Desde el principio apuntaron a hacer muñecas y bebotes de diferentes etnias y rasgos distintos. Fueron sumando integrantes a la familia y hoy tienen más de 70 variantes.
En el caso de Eli, su último lanzamiento, un equipo de médicos especializados en hipoacusia y fonoaudiología guiaron cada detalle del dispositivo y trabajaron de manera conjunta con el equipo de diseño de la marca.
“Nos llegan muchas consultas desde Uruguay de lugares que desean comercializar nuestros productos y también familias que nos contactan a través de nuestras redes sociales para conocer las formas de envíos hacia Uruguay”, dijo el director de la empresa Federico Galanterni a InfoNegocios.
“Personalmente he viajado en varias oportunidades para poder conocer de manera más cercana el mercado de juguetes allí”, agregó.
“Sabemos que en Uruguay hay un mercado propicio para nuestros productos. Estamos en contacto con referentes de la industria del juguete, tanto ellos como nosotros estamos muy entusiasmados en avanzar y finalmente estar en con nuestros bebotes en Uruguay”, dijo.