Con US$ 300.000 la Ilusión se hizo realidad (Bodega Fripp encara el enoturismo junto a nueva línea de vinos)

En agosto Bodega Fripp concretará una vieja ilusión: lanzar al mercado su primera línea de vinos finos –ya que históricamente su producción fue de vinos de mesa– que, justamente, llevan en su etiqueta el nombre Ilusión, una apuesta que además viene acompañada de otra iniciativa, que es presentar la bodega dentro de un proyecto de enoturismo en el que invirtieron US$ 300.000.

Según la Real Academia Española, una ilusión es un “concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos”. Sin embargo, para Bodega Fripp, la ilusión es “eso que atraviesa y conecta nuestro pasado y presente con el futuro”, tal como lo describen en la contraetiqueta de sus primera línea de vinos finos: Ilusión.

“Un sueño o deseo que comenzó hace varios años –dijo Leandro Fripp a InfoNegocios– y que ahora es una realidad que alcanzamos a través de un viñedo en el que tenemos plantadas variedades como Chardonnay, Moscatel, Merlot, Marselán, Cabernet Sauvignon y Tannat”.

Según el director de Bodega Fripp, hace décadas que la familia tiene en la localidad de Conchillas, departamento de Colonia, una importante cantidad de hectáreas de viñedos cuyas uvas terminaban siendo vendidas a otras bodegas para la producción de vino.

“A eso se dedicó mi padre por mucho tiempo. Luego, cuando empecé a dar una mano, comenzamos con la producción de vino de mesa. Recuerdo que en el primer año hicimos 200 litros y fue todo un acontecimiento”, dijo Fripp.

Aquel acontecimiento siguió creciendo, cada vez más y sin demasiada tecnología en los procesos, sino más a la vieja usanza de la producción de vino de mesa. “La gente fue conociéndonos y acercándose cada vez más a la bodega –sostuvo Fripp–, fue preguntando por el vino y comprándolo. Así, en 2010, recuerdo que llegamos a producir 4.000 litros de vino de mesa. Menos de diez años después estamos en 220.000 litros”.

En este plan de crecimiento, Fripp siempre se ilusionó con la idea de tener una línea de vinos finos, pero para eso debía invertir en equipamiento, maquinaria y tecnología, por lo que en 2018 dio el paso y, tras adquirir en Italia tanques de acero inoxidable, se tiraron a la pileta de producir vinos finos.

“Estos ejemplares exclusivos de la bodega surgen, como dijimos antes, de distintas variedades de uva y con paso por madera y sin madera. Es decir, tenemos un blend blanco de Chardonnay y  Viognier, un blend rosado de Merlot y Moscatel, un blend tinto de Cabernet Franc y Marselán, un varietal tinto Merlot y un varietal tinto Tannat. En el caso de los vinos con madera, hablamos de dos reserva muy definidos: un tinto Cabernet Sauvignon y un tinto Tannat”, puntualizó Fripp.

Según el director de Bodega Fripp, el lanzamiento de estos vinos será junto a la presentación del proyecto de enoturismo en el que también se embarcó desde 2018, invirtiendo US$ 300.000 en distintas obras de ampliación y remodelación, como por ejemplo un salón para recibir a los visitantes de 100 m2 para realizar degustaciones, una cava de más de 60 m2, una terraza sobre la cava para eventos en época de vendimia u otra fechas especiales para la vitivinicultura.

“La idea es seguir teniendo ilusiones, por eso hacemos de Ilusión una apuesta a crecer en un segmento en el que hasta no participabamos”, remarcó Fripp, agregando que los vinos por el momento podrán adquirirse, con precios que oscilarán entre $ 350 y $ 500, solamente en la bodega o en la tienda de licores Tinta Roja en Montevideo.